Los Tercios están consideradas como una de las fuerzas militares más importantes del mundo, algunos los consideraban como los herederos de las legiones romanas o las falanges macedónicas. Estos estaban bajo las órdenes del llamado Rey Católico, que no era otro que el rey Carlos I y V de Alemania, quien heredaría dicho título de sus abuelos Fernando e Isabel, que no solo hacía referencia a la fe de los monarcas españoles si no a su universalidad, porque en aquellos tiempos se hablaba del Imperio Español. En este artículo te contaremos cómo luchaban los tercios españoles, cuál era su función y quiénes formaban parte de lo mismos.
¿Cómo luchaban Los Tercios españoles?
Una de las características más importantes de Los Tercios es que combinaban diferentes tipos de armas puesto que la infantería utilizaba picas y espadas (armas blancas), así como arcabuz y mosquete (armas de fuego), lo que implicaba que podían adaptarse a las condiciones de cada enfrentamiento y les dotaba de una ventaja táctica importante.
La primera barrera ante el enemigo eran los piqueros, quienes utilizaban la «reina de las armas», la pica. Se colocaban como escuadrones y estaban flanqueados por los arcabuceros (portadores de armas de fuego) y eran imbatibles ante la caballería. Este predominio en el uso de la pica estaba basado en el modelo suizo que se habían fijado previamente en los soldados de la Macedonia antigua (picas de veinte y dos pies) y en los romanos (doce pies), eligiendo un modelo de largo de quince a dieciséis pies.
«Primero solían abrir fuego los pesados mosquetes, normalmente a más de 100 metros del enemigo. Posteriormente disparaban los arcabuces a menor distancia y, a continuación, la gran masa de piqueros que avanzaban ordenadamente en cuadro formaban una barrera de hierro bajando sus largas picas apuntando a las tropas atacantes. Eran como gigantescos erizos de acero, madera y cuero que maniobraban en el campo de batalla de forma aterradora. Junto a estos escuadrones de piqueros avanzaban por los flancos las “mangas” de arcabuceros, grupos más reducidos de soldados con armas de fuego que se disponían dependiendo de la situación y los movimientos de las tropas». Joaquín Blasco Nácher, presidente de la Asociación Napoleónica Valenciana
¿En qué se diferencia del modelo suizo? Describen que no se trataba de una unidad de combate sino que los tercios eran de encuadramiento, lo que suponía que podía fragmentarse el tercio y lanzarse a la lucha en un combate individual. Señalan los escritos antiguos que en esto, los españoles, solían contar con mayor ventaja que sus enemigos pues llevaban la iniciativa y eran «bravos».
Pero el éxito de los Tercios no solo era la táctica en el campo de batalla, también la estrategia. Como os contaremos más adelante, estaban ubicados en distintos puntos de Italia, lo que implicaba que podían ser enviados a diferentes puntos de Europa o cruzar el Mediterráneo con facilidad. Además, las tierras italianas donde estaban asentados los Tercios no se quedaban desprotegidas, en cuanto se movían aparecían nuevos reclutas de la península española para su defensa e inicio de entrenamiento.
¿Cuál era la función de Los Tercios españoles?
Para poder entender la función de este cuerpo militar tenemos que centrarnos en qué momento surge. A pesar de que no se sabe de forma concreta cuál es la fecha, se cree que podría estar en el año 1534 y 1536, pues en el primero de ellos ordena la reorganización de las compañías de infantería española que estaban desde hacía mucho tiempo -algunos desde el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, otros desde los almogávares- en Italia, y en el 36 indica que hay que pagarles.
En el transcurso de estos años el Rey Católico ordena reagrupar en tres tercios la infantería española y crea tres mandos con sus jurisdicciones militares en los tres estados más relevantes de Italia: el reino de Nápoles, el reino de Sicilia y reino de Lombardía (ducado de Milán). Frente a cada tercio estaba un maestre de campo, un capitán de renombre, que era la autoridad.
Es importante que tengáis en cuenta que a Los Tercios los podía contratar directamente el Rey pero no solo él, si no que también podían estar bajo el pedido de los estados o ciudades de las que el Rey Católico era soberano. ¿Y por qué? Puesto que la función principal de Los Tercios era la defensa de los territorios europeos, que eran muchos.
¿Quiénes formaban Los Tercios españoles?
Uno de los aspectos que definen a los tercios españoles es que no se trataba de mercenarios a sueldo sin más, si no que eran militares experimentados, soldados veteranos que eran dirigidos -mayormente- por oficiales muy capaces y que están descritos en la historia como hombres de honor, leales a su rey pero, sobre todo, estaban unidos por su fervor católico. Todo esto les convertía en una fuerza inalterable, en una poderosa motivación que les convirtió en vencedores de toda batalla y supuso la creación de una reputación temible a lo largo y ancho de toda Europa. Bueno, ni qué decir que su reputación sigue perdurando hoy día.
En época de Carlos V, emperador del Sacro Imperio y Rey católico, este ejército estaba compuesto por multitud de nacionalidades: alemanes, valones, italianos, españoles, borgoñones, irlandeses, ingleses, escoceses, uscoques (hoy día croatas) y albaneses.
Como curiosidad, para terminar este artículo, que sepáis que se desconoce por qué recibieron el nombre de Tercios, aunque hay muchas teorías al respecto pero ninguna termina de cuajar, como que el Rey Católico creó tres tercios en Italia pero cae por su propio peso pues a los pocos años creó su tercio también en Cerdeña.
A su vez, otro dato de interés es que no fue hasta el 1649 que esa denominación no llegó hasta la caballería y, entonces, comenzó a crearse nuevos tercios a lo largo de los siglos y hoy sigue teniendo vigencia en las unidades de infantería de la Legión, en la infantería de Marina o de la Guardia Civil.
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