En nuestro artículo anterior hemos visto como Hidalgo se transformó de cura en revolucionario. Tras el Grito de Dolores, Hidalgo se convertirá en uno de los líderes del movimiento revolucionario.
De Dolores partieron con sus seguidores a San Miguel el Grande, engrosando sus filas con campesinos, oficiales del ejército e indígenas. A su paso por Atotonilco, el cura Hidalgo tomó la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, y la constituyó como estandarte del ejército independentista.
El 22 de septiembre, Hidalgo era nombrado General siendo el mando supremo de un ejército de más de 50 mil hombres. En su campaña militar tomó la ciudad de Guanajuato. Luego avanzó por Maravatío, Tepetongo, Hacienda de la Jornada, Ixtlahuaca y Toluca. El 30 de octubre se enfrenta a las fuerzas realistas en el monte de las Cruces y las derrota.
Pero algunos factores adversos llevaron a que Hidalgo no atacara la ciudad de México, sino que el ejército se apostó en las afueras de la capital, hasta que se resolvió retroceder. El 7 de noviembre, en Aculco sufrieron una dura derrota, el ejército se dispersó y perdió todos sus útiles de guerra. Los líderes se dividieron para reorganizar el ejército. Allende se retiró a Guajanato mientras que Hidalgo marchó a Guadalajara con una fuerza de siete mil hombres.
En Guadalajara los revolucionarios intentaron formar un Gobierno. En él Hidalgo era el máxima autoridad, junto a otros dos ministros. Desde este rol, el 6 de diciembre de 1810, decretó la abolición de la esclavitud y de los tributos. Pero pronto volvieron los reveses: en Puente de Calderón los realistas vencieron, y el ejército de Hidalgo se desbandó.
Esta derrota marcó la ruptura de los demás líderes con Hidalgo, que le depusieron de su cargo de Generalísimo el 25 de enero de 1810, relegándolo a un cargo sin autoridad real. La nueva estrategia era viajar al Norte de México y a Estados Unidos, pero en el camino fueron emboscados por Elizondo, quien apresó a los máximos revolucionarios y los entregó a las fuerzas del Virrey. Allende, Aldama y Jiménez fueron ejecutados. Hidalgo correría similar destino.
En primer lugar se le enjuició y se dictó la sentencia de su degradación sacerdotal el 27 de julio. Miguel Hidalgo murió fusilado por los realistas el 30 de julio de 1811 y tras su fallecimiento fue decapitado. Los españoles colocaron su cabeza y la de Allende, Aldama y Jiménez en jaulas de hierro y las exhibieron en los ángulos de la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato. Sus restos descansan hoy en día en la Columna de la Independencia de la ciudad de México.
Fuentes
Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México. Editorial Porrúa Hermanos, S.A. de C.V.
Bicentenario.gob.mx
Miguel Hidalgo y Costilla en Wikipedia
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Wikipedia
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