Hay acontecimientos históricos que cambian la historia y marcan un antes y un después en el devenir de todos los países. Esto fue lo que ocurrió con el nacimiento de la URSS tras la Revolución Rusa que provocó la caída del Imperio Ruso. Te contamos en detalle todo acerca de la Revolución Rusa:
¿Qué fue la Revolución Rusa?
Se denomina a Revolución rusa al conjunto de acontecimientos sucedidos entre febrero y octubre de 1917 y que llevaron al derrocamiento del régimen zarista y la instauración del primer gobierno socialista del mundo.
La Revolución rusa tuvo dos etapas. Una primera revolución en la que el gobierno zarista es derrocado y se impone un gobierno provisional, y una segunda revolución en la que se elimina este gobierno provisional para establecer un gobierno comunista. Para entender bien sus causas, tenemos que ver primero cuál era el contexto histórico y social previo a la Revolución rusa.
Los personajes más importantes y relevantes de la Revolución Rusa
Lenin (1870 – 1924)
Conocido por varias facetas desde político a filosofo, pasando por revolucionario y gran activista del movimiento comunista ruso, hasta el punto de ser el líder bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Con el paso del tiempo y gracias a su apoyo al movimiento llegó a ser el líder de la URSS, la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. Su apoyo fue tal, que se creé el leninismo, donde se recogían las contribuciones que hizo a la política de Marx.
Stalin (1878 – 1953)
Político y dictador soviético; se unió al partido de Lenin en busca de la Revolución Rusa. De hecho, llega a suceder a Lenin en el gobierno tras el exilio de Trotsky, hasta su propia muerte en 1953. Stalin destaca porque convirtió a Rusia en toda una potencia fuerte económica y militarmente, tanto así que esta fortaleza le reportó la victoria en la II Guerra Mundial. Eso sí, le costó lo suya a la unión soviética, porque supuso una tortura para la población. Europa del Este se volvió comunista gracias a Stalin, a quien podemos considerar como uno de los líderes más sanguinarios de la historia.
La población se sometía a un régimen semifeudal, con importantes abusos por parte del régimen, ya que eran explotados mientras trabajaban y vivían en condiciones infrahumanas. Los rusos, trabajaban a destajo pero tenían muy pocos recursos para su propia supervivencia, así que la gente enfermaba y moría de hambre, cansados y exhaustos bajo el mandato de unos líderes les sometían a un abuso constante.
Stalin no tuvo reparos tampoco en firmar con quien hiciera falta, incluyendo aquí a Hitler y su Alemania nazi, pero tampoco a Gran Bretaña con su primer ministro Winston Churchill, o el presidente norteamericano D. Rooselvet. Tal llegó a ser su influencia, que en Europa Oriental instauró todo un cordón de Repúblicas populares con regímenes comunistas que eran satélites de la URSS.
Aprovechó para extender su comunismo a países como Turquía, Grecia, Corea y China. Pero no se entendió bien con norteamérica y esas tensiones generaron el estallido de la Guerra Fría, la cual duró hasta la muerte del dictador.
Trotsky (1879 – 1940)
Es conocido por ser uno de los principales responsables del estallido de la Revolución de Octubre, donde los bolcheviques tomaron el control de Rusia. Era el año 1917 y esto abriría el camino a una guerra civil en la cual el propio Trotsky también estaría al mando como comisario de asuntos militares.
También hay que atribuirle a Trotsky que Rusia se apartara de la Primera Guerra Mundial, gracias a la Paz de Brest-Litovsk. Además creó al potente ejército Rojo, gracias al cual pudo vencer nada menos que a 14 ejércitos de fuera y también a los ejércitos blancos participantes en la guerra civil de Rusia. Estos logros le valió el reconocimiento que se le concedió con la Orden de la Bandera Roja.
También hay que decir que Trotsky fue rival de Stalin política e ideológicamente. Reconocido izquierdista, llegó a fundar la Cuarta Internacional en 1938 y a liderar a los movimientos de izquierda. Todo esto le llevó a ser exiliado y asesinado, por orden de Stalin.
Aleksandr Kerenski (1881 – 1970)
Este abogado consiguió derrocar al régimen zarista y destacó por ser la figura principal del Gobierno provisional que estuvo al mando durante la Revolución de Febrero, aunque no tuvo el mismo éxito frente a la Revolución de Octubre que, finalmente, sí triunfó.
Como abogado era magnífico ya que se ganaba al público con su perfecta oratoria ganando seguidores como representante del socialismo moderado ruso. Era tal su influencia sobre el Soviet de Petrogrado, que lo llamaron a ser el sucesor del príncipe Lvov como jefe del gobierno. Intentó unir a las fuerzas políticas, pero los liberales se opusieron a sus pretensiones y también el ejército.
Quiso suprimir al Partido bolchevique, pero no lo logró y tuvo que sumar varios descontentos de las diferentes fuerzas políticas. Finalmente fue detenido y encarcelado.
El líder acabó exiliado en París y, posteriormente, se marchó a EE.UU. Quiso volver a formar grupos políticos, en contra de los bolcheviques. Pero fracasó.
Nicolas II (1868 – 1918)
Fue el último zar de Rusia. En todo su reinado, el Imperio de Rusia notó una gran crisis económica y también a nivel militar, y sin tener unas causas claras, se dice que dejaba muchas cosas en manos de Dios. Debido a algunos acontecimientos ocurridos durante su época, como la Tragedia de Jodynka, le llevaron a tener el sobrenombre de “Nicolás el Sanguinario”.
Fue asesinado por los bolcheviques. Dicen que no tenía madera de líder, sino muy al contrario, por más que su padre trató de enseñarle, nunca se le dió bien ser líder. Pues de hecho, le faltaba malicia y personalidad. Además, siempre anteponía a la familia antes que sus labores como Jefe de Estado.
Conoce el contexto histórico de la Revolución Rusa
Desde el momento de su coronación en 1896, el que hubiera sido el último Zar de Rusia, Nicolás II, y el último exponente de la dinastía Romanov, obligó durante muchos años a su población a uno de los períodos más dramáticos de la historia: los absolutismos europeos. Además, con la guerra emprendida contra Japón ( guerra ruso-japonesa ) y su emperador Mutsuhito, quien recientemente había llegado al poder, lanzó una política abiertamente imperial inaugurada en 1904 que llevó a la posesión de Manchuria, una región del norte de Asia Oriental.
La derrota que siguió, causó el debilitamiento del zarismo y el crecimiento de una serie de conflictos internos cada vez más numerosos. El más importante fue el de 1905 , que pasó a la historia como el «domingo de sangre«, que es cuando la policía mató a mil personas durante una manifestación para presentar una petición al zar.
El absolutismo en Europa: historia, significado y características
Presentándose como una revolución inesperada a principios del siglo XX, muchos pensaron que el régimen absolutista del Zar no podría durar mucho, pero nadie podía imaginar que la posterior caída de la monarquía daría lugar a la Revolución Rusa, el mayor evento revolucionario que se haya producido después de la revolución frances. Un evento que tenía en sus raíces la incapacidad de la autocracia para enfrentar las crecientes solicitudes de participación política de la burguesía y la aristocracia liberal y para resolver la cuestión social y agraria.
Rusia hacia la Primera Guerra Mundial
Se produce entonces un intento de cambio ya que entre 1906 y 1914, Rusia intenta adquirir una especie de régimen semi-representativo, donde se reconocieron parcialmente algunas libertades políticas y civiles. Sin embargo, el régimen zarista se mostró incapaz de satisfacer las crecientes demandas de campesinos y trabajadores.
La ya dramática situación se derrumbó en 1914, con el inicio de la Primera Guerra Mundial. El Imperio ruso entró en guerra junto con Francia y Gran Bretaña , contando con una rápida victoria contra Austria-Hungría aliada con Alemania . Sin embargo, después de algunos éxitos iniciales, el ejército zarista demostró la misma insuficiencia que lo había llevado a la derrota con Japón diez años antes. Mientras tanto, sin embargo, la tensión del conflicto estaba afectando no solo a los soldados en las trincheras, sino también a las masas de personas hambrientas en las ciudades.
En 1917, la condición catastrófica en que se vio afectada la economía de todo el país, la hambruna que ya había causado más de dos millones de muertes y el vertiginoso aumento de los precios de la comida, llevó a la gente de vuelta a la calle para expresar su exasperación a través de una revuelta violenta. Desde Petrogrado, las manifestaciones de la plaza del 8 y 9 de marzo de 1917 (23 y 24 de febrero según el calendario ortodoxo) se extendieron por todo el país, abrumando al régimen zarista. A los trabajadores se les había unido unidades militares rebeldes que, mientras tanto, habían establecido un soviet .
La abdicación de Nicolás II y la creación de un gobierno provisional
Nicolás II abdicó decretando, de hecho, el fin de la larga historia imperial de la dinastía Romanov. Después de la caída del zar, la sucesión fue asumida por un gobierno liberal provisional formado por miembros de la Duma y presidido por el aristócrata Georgij Lvov y Aleksandr Kerensky (ministro de guerra) con el objetivo de continuar la guerra y la recuperación económica del país inspirada en las estructuras occidentales.
Estas fueron las causas de la Revolución Rusa
Una de las principales causas para el estallido de la revolución fue el descontento con el zar Nicolás II, como hemos anteriormente, pues tenía a la población muerta de hambre.
Otra de las causas de la revolución rusa fue la entrada de capital extranjero del país, el cual dominaba las fábricas y centros productivos de la Unión Soviética. Esto dio lugar a la aparición de los obreros, los cuáles trabajaban en unas condiciones infrahumanas. Estos obreros se agruparon en organizaciones sindicales conocidas como soviets.
Asimismo, en los últimos tiempos se había producido una importante penetración de las ideas marxistas en el pueblo soviético.
Así fue el desarrollo de la Revolución rusa
La primera revolución rusa tuvo lugar en febrero. En el caos que se había originado, el zar Nicolás II se dio cuenta de que no poseía poder militar suficiente para combatir la revolución y vio que su única solución era abdicar. En este momento, un gobierno provisional asumía el control del país (gracias a la unión momentánea de socialistas y demócratas). El objetivo de este gobierno provisional era aportar unos cimientos sólidos para la celebración en un futuro de unas elecciones democráticas.
En un principio los soviets, que eran organizaciones formadas por obreros y sectores socialistas más radicales, dejaron al gobierno provisional realizar sus funciones, con el objetivo de asentar la revolución e impedir un posible intento de regreso zarista. Sin embargo, pronto los soviets comenzaron a separarse del gobierno provisional y se dio una lucha de poderes. El gobierno provisional poseía el parlamento y el poder del estado, mientras que los soviets tenían el apoyo de los obreros y de los crecientes sectores de izquierdas.
Esto terminó desembocando en la Revolución de octubre, en la que los trabajadores soviéticos que formaban el partido bolchevique, dirigidos por Lenin, derrocaban al gobierno provisional y constituían finalmente un gobierno socialista. La Revolución de 1917 marcaba así el inicio de una nueva etapa para la URSS, una etapa que se desarrollaría a lo largo de todo el siglo XX, hasta su disolución en el año 1991 (la Perestroika).
El desarrollo cronológico de la Revolución Rusa puede resumirse en varios puntos que a continuación os explicamos:
Las jornadas de abril y junio
Para comprender el nacimiento de un hecho histórico tan importante, cuyos resultados se han proyectado a lo largo de todo el siglo veinte a través de la fascinación cultural producida por el comunismo, debemos recordar el estado de atraso en el que vivió toda Rusia en la segunda mitad del Siglo XIX.
Para hacer frente a esta crisis social muchos burgueses e intelectuales dieron vida a un movimiento populista con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las clases bajas, comenzando con la clase rural.
Muchos exponentes del movimiento populista se acercaron a las teorías políticas del marxismo, una corriente de pensamiento desarrollada en ese momento por los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, quienes vieron en el capitalismo y la revolución industrial un sistema de explotación de la población.
Los marxistas desconfiaban de las masas campesinas y querían más bien favorecer la formación de un vasto proletariado, con miras a ampliar la llamada lucha de clases . De esta visión, de la que Vladimir Lenin fue el principal teórico e inspiración, nació el movimiento revolucionario.
Ya en febrero de 1917, varios soldados se unieron a los rebeldes, ocupando las ciudades de Moscú y Petrogrado.
En marzo, Nicolás II renunció y toda la familia real fue arrestada antes de ser entregada al ejército. Mientras tanto, los bolcheviques, la corriente más radical del Partido de los Socialdemócratas de Rusia (POSDR) encabezada por Lenin, y los soviéticos, la organización encargada de la gestión de la clase trabajadora, aparecieron en escena.
Lenin fundó el Partido Comunista con una separación del POSDR y prometió a los campesinos la adquisición de tierras que una vez fueron propiedad de los terratenientes. A lo largo de la primavera de 1917, el enfrentamiento entre el gobierno interino que había tomado el lugar de la monarquía, liderado por Aleksandr Kerensky, y los soviéticos, que en cambio aparecían cada vez más populares entre los trabajadores, se exacerbó.
Hubo un primer intento de insurrección en julio, cuyo fracaso llevó a Lenin a refugiarse en Finlandia. Finalmente, la Revolución estalló en octubre.
El levantamiento de Kornilov
En un marco social cada vez más demacrado y con una revolución latente, Kornilov conspiró para reemplazar a Kerensky con una dictadura militar, y deshacerse de la revolución. Para ello tuvo primero que eliminar a Kerensky.
En la conferencia de Moscú, Kornilov se había ganado el corazón de la burguesía pidiendo una policía de hierro y sangre. Por iniciativa propia, había introducido la pena de muerte en el ejército. Kornilov avanzó sobre Petrogrado en nombre de Dios y de Alá.
En nombre de los soviéticos y de la revolución, las masas se levantaron como un solo hombre para la defensa de la capital. Kornilov fue declarado traidor y proscrito. Las fuerzas de Kornilov se separaron y el dictador fue tomado prisionero. Los burgueses se afligieron al ver que la esperanza de la contrarrevolución se desvanecía tan fácilmente.
Los proletarios fueron alentados en la misma medida. Vieron lo poderosas que eran sus fuerzas y su unidad. Sintieron nuevamente lo que la solidaridad unía a todas las fracciones de las masas trabajadoras.
Se demostró que para salvar la revolución era necesario deshacerse rápidamente del poder de la burguesía, concentrando el poder en manos de los trabajadores y de los campesinos pobres.
Explosión de los bolcheviques
Después de haber frustrado el intento de golpe reaccionario por parte del general Lavr G. Kornilov , la influencia de los bolcheviques en las masas de los trabajadores y soldados se estaba ampliando, y conquistaron la mayoría en los soviets. La autoridad del gobierno provisional estaba en pedazos y los bolcheviques en ese momento constituían el único partido firmemente organizado y capaz de tomar el poder.
Entonces, a fines de octubre (del 6 al 7 de noviembre según nuestro calendario), en una reunión del Comité Central del Partido, se decidió derrocar al gobierno de Kerensky. Lev Trotsky fue elegido presidente del soviet de Petrogrado y fue la mente organizadora y militar de la insurrección que pronto cambiaría radicalmente la historia de Rusia y de toda la humanidad.
Octubre de 1917
La Guardia Roja y las tropas regulares lograron ocupar los principales puntos estratégicos de la ciudad al conquistar el Palacio de Invierno, residencia invernal del Zar y ahora sede del gobierno provisional.
La familia Romanov que fue exterminada poco después . Al día siguiente estallaron los disturbios en Moscú y en todas las otras grandes ciudades rusas. Fue el triunfo de la llamada Revolución Rusa o Revolución de Octubre .
El nuevo gobierno bolchevique
En los días siguientes, el Congreso ruso-soviético sereunió en Petrogrado y se formó un nuevo gobierno revolucionario formado por bolcheviques, del cual Lenin fue presidente. Se aprobaron dos decretos: la paz justa y democrática , sin anexión ni indemnización y la abolición de la propiedad de la tierra , de manera inmediata y sin compensación. El nuevo poder tendía a garantizar el apoyo de las masas campesinas, satisfaciéndolos en sus aspiraciones más elementales. Pero la verdadera prioridad era salir de una guerra que estaba llevando a todo el país a la aniquilación económica .
Las consecuencias que tuvo la Revolución rusa
La primera consecuencia evidente fue el derrocamiento del régimen zarista y de la dinastía de los Romanoff, que llevaban siglos de presión y de poder absolutista en el denominado Imperio Ruso. Se creó el primer estado socialista del mundo, la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La URSS se convirtió en una de las principales potencias económicas a nivel mundial.
Otra de las consecuencias fue la salida de la URSS de la 1ª Guerra Mundial tras la firma del tratado de Brest-Litovsk con Alemania.
También se produjo la adopción de nuevas políticas económicas. Primero se impuso una denominada precisamente Nueva Política Económica (NPE) que dotaba al campesino de mayor libertad para poder vender los excedentes de su producción. Si embargo, con la llegada de Stalin al poder se aprobaron otras medidas encaminadas a la colectivización del trabajo, como la supresión del campesino u obrero individual y la prioridad absoluta de la industria pesada.
Por qué fue tan importante la Revolución Rusa de 1917
Para entender por qué fue tan importante la Revolución Rusa de 1917 es necesario ponerla en contexto.
La Revolución Rusa pasó de ser una organización política de carácter absolutista a otra de tipo comunista.
Supuso el derrocamiento de la monarquía zarista, para luego dar paso a un nuevo modelo de Estado liderado por el republicano Vladimir Lenin, convirtiéndola en la República Socialista Federativa Soviética de Rusia o Rusia Comunista, para luego formar lo que sería la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Estos acontecimientos fueron decisivos en la historia del siglo XX, por ello es uno de los más estudiados por historiadores. Sectores progresistas y revolucionarios del mundo se sintieron atraídos por sus ideas y preceptos. Pero también han causado miedo y rivalidad en quienes les ha tocado vivir sus políticas implantadas.