En el siglo XIX se difundió la tendencia de construir imperios coloniales, por ello se denomina como Imperialismo. Europa se había lanzado a conquistar el mundo desde el comienzo de los descubrimientos geográficos mediante el envío de soldados, misioneros, comerciantes y colonos, pero alcanzó su apogeo en el siglo XIX con objetivos de política nacional por parte de los gobiernos.
Conoce aspectos importantes de este tema como son:
- Qué es el Imperialismo del siglo XIX
- Características del Imperialismo
- Causas que dieron origen a este Imperialismo
¿Qué es el Imperialismo del Siglo XIX?
Desde 1870 hasta 1919, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, se da lo que algunos historiadores han llamado la “Era del Imperialismo”. Este período está caracterizado por una intensa expansión colonial, es decir, los países más poderosos salieron a dominar territorialmente enormes regiones geográficas, lo que dio lugar a los llamados imperios coloniales.
El imperialismo implicó no sólo una expansión comercial y nuevas fuentes de recursos para las potencias colonizadoras, sino que implicó también dominio político, ocupación militar y una explotación sistemática de las colonias, las cuales perdieron totalmente su soberanía.
La burguesía representada por empresas, banqueros e inversionistas, esperaba de este movimiento grandes utilidades. Durante este periodo muchos países europeos, especialmente Gran Bretaña, se extendieron. Primero, de forma no oficial, y más tarde anexaron territorios y formando colonias en África, Asia y el Pacífico.
Características que merece la pena conocer
Las 5 características del Imperalismo son las siguientes.
Una nación dominará a las otras
El Imperialismo defiende que un nación pueda dominar a otra imponiendo sus propios criterios, normas y haciéndose con el control absoluto incluyendo sus medios de producción.
El uso de la fuerza
Se justifica el uso de la fuerza para conseguir ese control, incluso recurrir a la violencia para conseguir el sometimiento de los estados.
Medios de producción controlados
Las potencias imperialistas puede controlar los medios de producción de los estados sometidos.
Control militar
El territorio dominado estará controlado por los militares, quienes asegurarán que se cumplen las expectativas y exigencias del Imperio.
Control Policial
No solo el ejército, sino también la policía estará presente controlando el territorio, imponiendo el miedo, el orden y dejando en evidencia que la libertad está restringida.
¿Cuáles fueron las causas?
Los factores que facilitaron la expansión imperialista fueron:
- Económicas: Los estados europeos necesitan conseguir materias primas para su producción industrial y nuevos mercados para vender sus productos. Las potencias imperialistas tienden a obligar a sus colonias a comerciar en forma exclusiva con su metrópoli.
- Demográficas: El acelerado aumento de población europea a fines del siglo XIX provocó intensos movimientos migratorios hacia otros continentes en una búsqueda de fuentes de trabajo y mayores oportunidades
- Políticas: El dominio de grandes territorios, de vías de circulación y de zonas consideradas estratégicas se transformó en un símbolo de hegemonía de las potencias, en una época en que el nacionalismo hacia auge en Europa
- Ideológicas: Las potencias defendían su dominio, planteando que tenían una misión evangelizadora y civilizadora sobre las culturas consideradas primitivas y bárbaras.
Económicas
La caída de precios provocada por la crisis de 1873, grabándolos con impuestos y los aranceles que prácticamente impedían la entrada de productos extranjeros, obligó a tener que buscar mercados nuevos, lejos de su control.
Los Países Bajos, Inglaterra o Francia, necesitaban invertir en países fuera de Europa para poder mover el exceso de dinero, encontrando formas como préstamos o bien invirtiendo en transportes (como el ferrocarril, puertos o vías de comunicación).
La nueva industria floreciente de Europa, consecuencia de la Segunda Revolución Industrial, demandaba materias primas que ahora comenzaban a escasear en la vieja Europa. Materias primas como el oro, caucho, el cobre y por supuestos el petróleo.
Demográficas
Con una industria floreciente y con la expansión económica que, como hemos visto, respondían a distintos motivos, Europa sufrió una gran transformación en especial a finales del siglo XIX y principios del XX, el aumento demográfico.
En pocas décadas, la población europea llegó a duplicarse, algo que en principio era una buena noticia, pronto se convirtió en un problema. Los recursos comenzaron a escasear y a ser insuficientes para abastecer a tanta población. La solución fue la migración, cambiar el lugar de residencia en busca de una vida mejor o al menos, unas condiciones mejores.
Los avances médicos, las nuevas tecnologías y los nuevos medicamentos, gracias al descubrimiento de nuevas especies de árboles y plantas con propiedades curativas, así como la investigación en cuerpos ya fallecidos, facilitó el conocimiento humano en medicina.
Políticas
Las razones geoestratégicas eran resultado de la competencia por el dominio de rutas navales, escalas necesarias para el repostaje de carbón de los buques a vapor y de espacios continentales clave, como la denominada área pivote del Asia Central o el imperio continuo en África (la continuidad territorial entre las bases navales en mares opuestos).
La llegada de los barcos a vapor supone un gran avance y una gran revolución, ya que ahora son capaces de abarcar mayores distancias y con una velocidad constante. Sólo hay un pequeño problema, la necesidad de disponer de distintos puntos para el abastecimiento de carbón. Estos puertos costeros deberían estar repartidos por todo el mundo para poder llegar de un mar a otro.
Cuando estos puntos de abastecimiento caían en manos del Estado, comenzaban los problemas porque quien tenía el dominio político también disponía de la propiedad de los productos, por lo tanto en control económico. Son los llamados puntos estratégicos.
Pero también fue a finales del siglo XIX y principios del XX cuando Europa vivió uno de los pocos periodos de Paz, fue la época del auge económico, la Belle Époque. La economía fluía con una expansión demográfica que comenzaba a llenar los barcos en busca de tierras al otro lado del océano. Esto provocó una expansión a todos los niveles en Europa, tanto económico como empresarial y colonial.
Ideológicas
Existía un fuerte interés por el descubrimiento y el estudio de nuevas especies de animales y plantas, conocer nuevos territorios y realizar investigaciones de todo tipo. Esto hace que muchos científicos deseen progresar, lanzándose a la aventura, consiguiendo a cambio grandes avances en campos como la biología y la botánica.
Tras conocer las teorías de Darwin sobre la evolución de las especies por selección natural, sostenían que, al igual que las distintas especies o razas, las sociedades más avanzadas tenían derecho a imponerse y a seguir creciendo aunque fuera a costa de las más inferiores o retrasadas.
¿Cuáles fueron los distintos Imperios en el Siglo XIX?
El imperio Británico fue el más poderoso y extendido del mundo, llegando a abarcar en las primeras décadas del siglo XX una cuarta parte de la población mundial y una quinta parte de los territorios del planeta.
Francia, Alemania, Italia y Rusia se lanzaron también a la conquista de colonias. Pero no sólo las potencias europeas intervinieron en el Imperialismo colonizador de fines del siglo XIX, sino que Estados Unidos y Japón también se lanzaron en la búsqueda de nuevas conquistas.
En 1880-1, estalló la guerra entre los ingleses y los bóers (antiguos colonos de origen holandés), en lo que hoy es Sudáfrica.
Esta coyuntura llevó a que los estados imperialistas firmaran acuerdos entre sí para establecer ciertas “reglas” en la apropiación de territorios coloniales.
Los conflictos continuaron latentes a través de los siguientes años, hasta aflorar nuevamente con toda su crudeza en las vísperas de la Primera Guerra Mundial.
En los años siguientes de la “Era del imperialismo” el proceso de colonización se acentuó y se aceleró. En menos de una generación se produjo el llamado “reparto de África”, se dominó las poblaciones de Asia central y meridional, y se produjo la colonización de las tribus aborígenes de Oceanía. A pesar de los múltiples movimientos de resistencia de las comunidades locales, el poderío bélico y económico de las potencias logró sofocarlos.
Cuáles fueron las consecuencias
El Imperialismo tuvo numerosas consecuencias, por un lado para los países capitalistas y colonizadores, pero sobre todo para los territorios colonizados.
Demográficas
La nueva medicina estaba consiguiendo que la población pudiese vivir más años, con una alta tasa de natalidad y una muy baja mortalidad, provocó un aumento de población difícil de sostener.
Poblaciones autóctonas, desconocedoras de las enfermedades europeas, pronto contrajeron enfermedades como la viruela o gripe, totalmente desconocidas en el continente americano y que provocaron una drástica reducción de la población indígena, poco o nada resistentes a ellas.
Con motivo de la reducción de la población autóctona, los países colonizadores introdujeron población indígena procedente de otras colonias como ocurrió con las colonias africanas, llevando esclavos y población procedente del continente africano al americano.
Económicas
Las materias primas fundamentales para el buen funcionamiento de la industria hacía necesario el establecimiento de líneas de ferrocarriles, puertos, vías, puentes, etc. Ahora eran las colonias las que se encargaban de alimentar a las metrópolis.
Con la llegada de las maquinaria agrícola, la producción se multiplicó. Ahora la agricultura tradicional y autosuficiente pasa a ser sustituida por las grandes explotaciones, donde prima el monocultivo, transformando de esta manera la economía tradicional de la zona.
Sociales
Aparece una nueva clase social en la metrópolis, la Burguesía, formada principalmente por altos cargos funcionariales, comerciantes, antiguos dirigentes, miembros destacados del ejército, etc.
Políticas
Las consecuencias políticas vinieron en función de la relación que la metrópolis mantenía con sus territorios y el grado de dependencia de los que estos podrían disfrutar.
El descontento, sobre todo en las clases medias nativas, ahora occidentalizadas, comenzaban a formar el germen del anti-imperialismo.
Culturales
Las poblaciones indígenas pronto comenzaron a sufrir las consecuencias imperialistas con la pérdida de su propia identidad cultural. En la mayoría de los casos se les impuso una serie de pautas de buena conducta y educación. Se les obligó a expresarse en la lengua colonizadora, como era el inglés, francés y español.
El despojarles de sus señas de identidad provocó en mucho de los casos el abandono de sus tradiciones, tanto religiosas como gastronómicas, medicinales, etc.
Ecológica
La colonización de nuevos territorios provocaron grandes cambios ecológicos, hasta el punto de que muchas especies, como el bisonte, llegaran al punto casi de desaparecer. Por otro lado, la introducción de especies desconocidas en los nuevos territorios, provocaron verdaderas plagas. Un ejemplo es Australia, cuando se introdujo el conejo, un animal desconocido y sin depredadores en el nuevo continente y con un alto índice de natalidad que provocó un verdadero problema, una plaga.
Se produjo la desaparición de grandes masas forestales debido a la sobreexplotación y la tala indiscriminada, a la par que la introducción de grandes monocultivos. También se produjo la contaminación de ríos y acuíferos, por la extracción de metales preciosos como puede ser el oro.
Así se justifica el Imperialismo desde la Ideología
Los estados imperialistas, especialmente Gran Bretaña y Estados Unidos, justificaron sus actuaciones en los países que colonizaban no solo argumentando causas políticas y económicas, sino también razones supuestamente racionales.
Ciertamente, los países imperialistas pusieron en marcha una compleja maquinaria propagandística e ideológica cuyo objetivo era presentar y convencer a toda su población de que sus motivos para realizar tales acciones estaban justificados desde un punto de vista moral.
La más importante de estas justificaciones se basó en una interpretación de la teoría del darwinismo social. Esta teoría, derivada de los estudios sobre la evolución de las especies de Charles Darwin, que indicaba que el proceso evolutivo no solo se aplicaba a los animales, sino también a la especie humana y a las instituciones gubernamentales.
Así, las instituciones más avanzadas y más fuertes eran naturalmente más aptas para la supervivencia y tenían el «derecho» de extenderse sobre las demás para «civilizarlas» e implementar en otros lugares menos desarrollados su forma de vida superior. Según esta línea de pensamiento, los pueblos dominados eran inferiores, por lo que no solo era el derecho de los países más poderosos, si no incluso su deber moral ayudarles a mejorar a través de su dominio y de la extensión de su vasto conocimiento.
Vídeo El imperialismo en el Siglo XIX:
- El Imperio Británico en África, la anexión de Colonia del Cabo.
- Guerra de los Boers, imperialismo británico en África