Hablar del Sacro Imperio Romano Germánico nos traslada hasta la Edad Media y se mantuvo vigente hasta inicios de la Edad Contemporánea, concretamente, se inició en el siglo X y duró 850 años hasta su disolución en 1806, bajo la conquista de Europa por parte de Napoleón. Como primera curiosidad ¿sabías que este imperio es conocido como el Primer Reich? En este artículo podrás conocer el origen de este nombre tan peculiar, demográficamente en qué consistía este Imperio y a nivel político quiénes fueron los gobernantes y a qué conflictos se enfrentaron.
Origen del nombre del Sacro Imperio Romano Germánico
El nombre de Sacro Imperio Romano Germánico tiene su origen en el intento de los gobernantes de la época de continuar y retomar el relevo del Imperio Carolingio, dirigido por los reyes Pipino el breve y Carlomagno. Como inciso, hagamos un recordatorio de esta época: Carlomagno llegó a ser nombrado como «Emperador que gobierna el Imperio de Roma» y construyó un imperio que -aunque no conquistara todo el territorio de los países actuales que os vamos a nombrar, os hará imaginar con una buena precisión la extensión del mismo,- España, Francia, Alemania, norte de Italia y Austria, imperio que desapareció bajo el Tratado de Verdún en el año 843.
Teniendo esto en cuenta, podemos entender que el hecho de que recibiera el término «imperio» fue por un deseo de conservar el prestigio que se le otorgaba al antiguo Imperio romano, el término germánico porque -a pesar de que estuvo formado el imperio por la unión de múltiples reinos- el inicio había sido Germania, al igual que el término sacro hacía referencia a que su existencia tenía una legitimidad divina. Las variaciones de su nombre fueron:
- Imperio Romano, a partir del siglo XI
- Sacro Imperio Romano, a partir del siglo XIII
- Sacro Imperio Romano Germánico, a partir del siglo XV
Como antes os comentábamos, ha sido denominado como el Primer Reich en varias ocasiones ya que se trataría del «primer imperio» alemán. El Segundo Reich sería el Imperio bismarckiano que se inició en 1871 hasta 1918, coincidiendo con el final de la I Guerra Mundial; y el Tercer Reich que duró desde 1933 al 8 de mayo de 1945, es la época del nazismo.
Historia Sacro Imperio Romano Germánico
Con el Tratado de Verdún el Imperio Carolingio queda dividido en tres reinos: Reino de Carlos Calvo, reino de Lotario y reino de Luis el Germánico. Éste último, el reino germano, estaba dividido en cinco ducados que contaban con un autogobierno y que eran Franconia, Lorena, Sajonia, Suabia y Baviera; este reino sería el que que se convertiría en el Sacro Imperio Romano Germánico. El Imperio Carolingio no estaba pasando por su mejor momento, ya que a las invasiones que sufrían por parte de otros pueblos extranjeros (como los húngaros o los normandos) se les sumaba el poder de la nobleza.
Tras el fallecimiento del último de los reyes carolingios, Luis IV el niño, la nobleza escogió a Enrique I de Sajonia para ser el rey. El sucesor fue Otón I (936-973), un gran admirador de Carlomagno, y al cual se le consideró como el iniciador del Sacro Imperio Romano Germánico, defendiendo fuertemente el reino de las invasiones extranjeras al igual que luchó arduamente con las ambiciones de la nobleza. Intentó que los nobles fueran funcionarios leales al rey pero se sucedieron constantemente revueltas que desafiaban su autoridad, por lo que entendió que no podía apoyarse en los mismos para consolidar su poder. De esta manera, la Iglesia se convirtió en la mejor opción para hallar aliados contra la nobleza alemana.
Este enlace con la iglesia derivó en victorias para ambos bandos: los obispos se convirtieron en funcionarios del estado con más tierras, contando con un apoyo del gobernante contra los nobles, a la vez que Otón I venció a los húngaros en la batalla de Lech (año 955). En el año 961, Otón I ayudó al Papa Juan XII frente al rey italiano Berengario II y se denominó rey de Italia. Este hecho derivó que en el año 962 fuera coronado como Emperador en Roma en el año 962, también se le sumó a este título otros logros como la conquista de múltiples territorios (como el norte de Italia), la detención o el freno de la invasión de los extranjeros, al igual que había reducido el poder de los nobles. Con su nuevo título, Otón I se adjudicó el poder de nombrar al Sumo Pontífice e intervenir en la selección de obispos. De esta forma, la iglesia y los emperadores germanos estaban intrínsecamente ligados.
Tras el fallecimiento de Otón I se le sucedieron Otón II (967 – 983) y Otón III (996-1002). Ambos monarcas continuaron con el legado de Otón I, manteniendo las características de su reinado: hacer fuerte los reinos conquistados, detener las sublevaciones de la monarquía, frenar a los invasores y estrechar lazos con la iglesia. La unión tan íntima que se mantenía entre iglesia y el Imperio derivó que se nombrara Roma como capital del reino.
A lo largo de su historia fue gobernado por cuatro dinastías: la Sajonia, la Franconia, los Hohenstaufen y los Habsburgos.
Tenemos que trasladarnos hasta el año 1648, cuando comienza a producirse el declive del Imperio con la Paz de Westfalia. Bajo este nombre se engloban tres acuerdos: Paz de Münster, entre los Países Bajos y España; Tratado de Münster, entre el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Francia y sus aliados; y Tratado de Osnabrück, entre el Imperio, Suecia y otros aliados protestantes. La Paz de Westfalia es como si se hubiera establecido un nuevo orden que supuso que los estados resultantes tuvieran más autonomía, establecieron nuevas alianzas entre estados de manera independiente y que tuvieran libertad tanto religiosa como política. De esta forma, el Sacro Imperio Romano se convirtió en una confederación de Estados que ya no estaban cohesionados y que se convirtieron en rivales entre sí.
Este artículo es solo una introducción breve del inicio y el final del Sacro Imperio Romano Germánico, pero en este vídeo puedes conocer con más detenimiento más hechos históricos e interesantes de este imperio: