Historia de Hachiko: biografía, leyenda y curiosidades

¿Puede un perro convertirse en un personaje esencial para la historia? Vas a comprobar que sí con la Historia de Hachiko: biografía, leyenda y curiosidades de este histórico can.

Biografía de Hachiko

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Hachiko es todo un icono en Japón, una muestra del amor y la lealtad que un animal puede brindarnos a los seres humanos. Se han escrito libros sobre él y ha protagonizado películas muy taquilleras pero, ¿conoces la historia real de Hachiko? Te contamos su biografía y también la leyenda que hay en torno a él. Si para ti este personaje aún no es muy conocido, te aconsejamos tener a mano un paquete de pañuelos, porque se te puede escapar alguna que otra lágrima con su hermosa leyenda y cuando conozcas el corazón tan noble de este este perro japonés.

Hachiko nació en una granja en la Prefectura de Akita, en Odate, en Japón. Según los datos, un profesor universitario llamado Hidesaburo Ueno, acababa de perder a su perra, y la familia decidió adoptar un nuevo animal. El perro llegó en una caja hasta la estación de shibuya y, cuando lo hizo, se encontraba desnutrido y enfermo, tanto que pensaron que se iba a morir. Su amo lo cuidó dándole leche y muchos mimos y, debido a que el animal tenía las patas un poco desviadas, lo llamó Hachi, palabra que en japonés se refiere al número 8.

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En principio, era la hija del profesor la que quiso al perro pero esta pronto se fue de casa, al quedarse embarazada y empezar una vida junto a su esposo. Entonces el profesor se planteó qué hacer con el animal, pero finalmente, le había cogido tanto cariño, que decidió dejarlo a vivir con él. Y es a raíz de esto que se fragua una relación de amistad y lealtad sin condiciones que ha traspasado las fronteras y las décadas, enamorando a escritores y guionistas de cine.

Leyenda de Hachiko

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En el año 1923 un profesor de ingeniería agrícola, de la Universidad de Tokio decide buscar un perro que le hiciera compañía. Hidesaburo Ueno no estaba dispuesto a conformarse con cualquier perro, pues él quería uno que estuviese a la altura de su inteligencia, un compañero de cuatro patas que le quitase un poco la soledad que sentía una persona estudiosa como él, siempre entre libros y experimentos. Tenía claro que quería un perro con ciertas cualidades, como un carácter autónomo, un perro inteligente y valiente. Características todas ellas muy propias de una raza concreta de gran popularidad entre los antiguos emperadores japoneses, el perro de raza akita. Sin embargo, por aquellas décadas esta clase de perros no era muy abundante así que le costó encontrarlo. Pero como ya dice el refrán, lo bueno se hace esperar, y la espera mereció la pena.

Finalmente, el profesor, consiguió encontrar a su cachorro de akita en la ciudad de Odate y adoptarlo. Como era de esperar, perro y amo se volvieron inseparables de inmediato, hasta tal punto que Hachi iba a esperar a su amo cada día a la estación de tren para recibirlo cuando volvía del trabajo. Pasaron dos años muy unidos y felices hasta que, lamentablemente, el profesor fallece de manera repentina de un derrame cerebral, mientras está dando clase en la Universidad.

Hachiko se quedó esperando a su dueño que nunca llegó. Y la esposa de Ueno no tenía recursos para cuidar del animal, así que decidió regalárselo a su jardinero con la idea de que el animal recibiera las atenciones que él merecía. Sin embargo, Hachi tenía otros planes y no estaba dispuesto a cambiar su rutina ni a abandonar a su leal amo, sino que cada día continuó acudiendo a la estación de tren para esperar al profesor. Así lo hizo todos los días durante 10 largos años.

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Cuentan que el animal tenía un semblante serio y triste, tanto que incluso hubo personas que le cogieron miedo, pero él a pesar de todo, no cesaba en su esperanza de reencontrarse con su amigo humano, el hombre que lo había acogido cuando era solo un cachorro y con quien había vivido durante sus dos primeros años.

Y un día, un periodista y estudiante se sintieron atraídos por la presencia del animal en la estación, así que decidieron seguirle hasta su casa, el nuevo hogar que Hachi compartía con el jardinero de su amo, y fue este quien le contó la historia del perro más fiel. Desde aquel momento, comenzaron a publicarse en los periódicos locales historias sobre él y Hachiko se convirtió en un perro famoso, un ejemplo de amistad hasta la muerte.

El animal fallece en el año 1935 a causa de un cáncer terminal, y su cuerpo fue enterrado junto al de su amo.

Hachiko en pelí­culas y libros

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Hachiko ha tenido su espacio en numerosas series de dibujos animados japoneses. Pero también ha sido protagonista en libros y películas bastante recientes. Entre ellas hay que destacar “Siempre a tu lado”, una obra que ha pasado de la literatura al cine, siendo protagonizada en la gran pantalla en la persona de Richard Gere en el papel del profesor Ueno, o en este caso, Parker Wilson.

En la versión ficticia, el profesor encuentra al perro abandonado en la estación y es aquí donde decide llevarlo a casa para darle una oportunidad de tener un hogar confortable y él, una inmejorable compañía.

Curiosidades de Hachiko

Algunas curiosidades a destacar de Hachiko es que para en la pantalla grande se usaron seis perros para encarnar a Hachi en la película de Siempre a tu lado. Una película muy taquillera que, pese a no ser una obra maestra cinematográfica, logró meterse en el bolsillo al espectador y a la crítica con una historia tan entrañable.

Otra curiosidad que encontramos, en este caso, buceando en la historia de Hachiko, es que hay otra versión sobre su leyenda. Una versión no tan romántica, no sabemos si cierta o no, por la cual la razón verdadera de que el animal acudía todos los días a esperar a su amo no era simplemente por lealtad, sino porque adquirió esta costumbre como una forma de obtener una recompensa, y es que supuestamente, al regresar del trabajo, el profesor le daba a Hachi una golosina. Al parecer, la primera vez que el perro fue a recibirlo a la estación, Ueno regresaba de un largo viaje y, entusiasmado por el recibimiento del animal, le dio un pincho japonés de pollo, un yakitori. Este suculento aperitivo gustó tanto al can que se convirtió en hábito entre perro y amo. ¿Será cierto esto? No sabemos si así o no, pero el caso de Hachi no es el único de un animal que recibe y espera a su amo cada día aún después de muerto.

Hachiko tiene una estatua en su honor en la estación de Shibuya. El monumento se levantó un año antes de su muerte.

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