Si quieres conocer cuál es el principio de la historia, desde un punto de vista científico y documentado, no dudes en leer este artículo, en el que te explicamos cómo comenzó todo o qué estudios se han estado llevando a cabo para dar con el comienzo de la historia.
“En tierras lejanas, donde no se conoce el pueblo de Sumer, se recitarán mis obras como textos sagrados y los hombres se postrarán ante mis palabras”.
Poema del rey Shulgi, 2100 a. C.
El principio de la historia
Antes de comenzar por la explicación del comienzo de la historia parece oportuno resaltar que no hay que confundir el principio de la historia con el principio de la vida. Puede resultar obvio, pero no está de más recordar que la historia en sí se divide en dos: prehistoria, compuesta por dos edades, la de piedra y la de los metales; y la historia misma, clasificada a su vez en cuatro edades, como son la antigua, la media, la edad moderna y la contemporánea.
Y tal como vamos a explicar a lo largo de este artículos el hecho que marca esta división y separa la prehistoria de la historia no es otro que el de la aparición de la escritura. La fecha original solo podemos saberla en una estimación, pero aun así esto nos permite comprender que este gran cambio supone una transformación y un avance para la vida humana.
El por qué se empezó a escribir, sin embargo, fue más práctico que místico, y está relacionado con la manera en que los agricultores del Neolítico (en el 6000 a.C.) controlaban el almacenamiento y la distribución de los alimentos. Marcaban las cantidades en pequeños piezas de barro que, gracias a sus diferentes formas, permitían registrar a modo de inventario del ganado y los productos agrarios.
Para evitar que se manipularan los conteos, después se tomó la costumbre de introducir estas piezas de barro con cálculos en unas bolas huecas de arcilla. Estos recipientes, llamados bullas, eran sellados y marcados numéricamente.
Estos sistemas elementales, sin embargo, dejaron de ser prácticos cuando los pequeños asentamientos sumerios pasaron a ser importantes ciudades-estado. Así, los administradores de los templos, que debían registrar diariamente enormes cantidades de bienes y recursos, decidieron abandonar el tradicional sistema de bullas y comenzaron a grabar signos y dibujos en tablillas de barro, es decir, a escribir, dando lugar al principio de la historia.
El principio de la historia | El Rey de Ur
Relacionamos el principio de la historia con el Rey de Ur, Shulgi, quien fue el segundo de la tercera dinastía de Ur (2.111 AC). Su reinado se extendió hasta los cuarenta y seis años, algo que, por aquella época, estaba considerado como un periodo de tiempo especialmente largo. Se trataba de un monarca absoluto: Shulgi decidía sobre todo lo que concernía a su reino, aunque también estaba considerado como un dios en la tierra, un nexo de unión entre divinidades y mortales. Esto en concreto era bastante usual en la época.
Hace cuatro milenios, este hombre, rey de Ur, sabía muy bien lo que decía, y me refiero a la cita que encontramos al principio de este mismo artículo. Hoy en día, a la hora de escribir nadie se detiene a pensar en la relevancia del acto. Pero este señor sabía ya que, a través del maravilloso invento de su cultura, sus palabras quedarían plasmadas en la historia gracias a la escritura. Quizá no imaginara que serían comentadas 4000 años después a través de una conexión de red entre computadores, pero no por eso esperaba menos.
A través de lo escrito, la palabra toma un vuelo casi sagrado, como bien vaticinaba el rey Shulgi. Lo que está escrito en la piedra no es fácil de borrar, y si está escrito es porque alguien con el suficiente conocimiento y relevancia social pudo hacerlo.
Aunque es curioso, porque de la basta extensión del reino de Ur gracias a Shulgi solo se conocen las victorias. Algo lógico, por otro lado, ya que era él quien ejercía el poder sobre lo escrito. Sabemos a día de hoy que su política exterior consistía en la conquista de las tierras aledañas y vecinas, así como la expansión de matrimonios concertados, medio muy práctico para hacer crecer su influencia.
Gracias al afán expansionista del Rey de Ur, Shulgi consiguió llevar al pueblo sumerio a su momento más esplendoroso. Vamos a pasar a hablar de esta civilización, quien fue testigo del nacimiento de un antes y un después: con ellos se desarrolló la escritura.
El principio de la historia | El pueblo Sumerio
La invención de la escritura por parte de los sumerios es generalmente considerado el logro cultural más importante de la humanidad, y el hito que marca el paso de la prehistoria a la historia. A partir de la representación del lenguaje mediante símbolos gráficos, los pueblos, que sólo contaban con la palabra hablada, pudieron difundir y perpetuar sus pensamientos y vidas a través de los milenios.
Es en la ciudad de Uruk donde el pueblo sumerio registra sus mejores avances tecnológicos, siendo estos también los más importantes para la historia. Se da a conocer la rueda en el 3.500 AC y la escritura en el 3.300 AC. Se dice que el asentamiento de los sumerios en Uruk se remonta a la Edad de Cobre.
El pueblo sumerio era una civilización jerárquica en forma de pirámide, distribuyendo el poder en capas, en cuya cúspide se encontraba el Rey; después encontramos a los jefes de las escalas más importantes, es decir, a los representantes de la religión, la política y las armas, como serán la orden de sacerdotes, los militares y funcionarios; justo debajo, hallamos funcionares de menor rango, los artesanos especializados y los comerciantes; luego encontramos a los artesanos comunes y campesinos; y ya por último, a los esclavos.
El principio de la historia | El poema de Gilgamesh
Se dice que la posibilidad de dejar registro de las cosas marca el comienzo de la historia, porque es gracias a la escritura que los historiadores pueden investigar lo que pasó, quiénes existieron, dónde, y qué pensaban. Una excavación arqueológica no puede hablar como el Poema de Gilgamesh acerca de las emociones del pueblo sumerio.
El poema de Gilgamesh es considerada como la primera epopeya conocida, está escrita en verso bajo la técnica de la escritura cuneiforme (se trata de trazos o marcas en forma de cuña).
En acadio (lengua del pueblo sumerio), esta historia narra las aventuras de un Rey tirano cuyo nombre era Gilgamesh. Los súbditos de este rey consideraban que Gilgamesh se había dejado llevar demasiado por la lujuria que sentía hacia las mujeres, por lo que rezaron y pidieron a los dioses que intervinieran.
Oídas las súplicas, los dioses enviaron a un joven dispuesto a enfrentarse al Rey. Sin embargo, en lugar de acabar en muerte tal disputa, ambos hombres se hicieron amigos y compañeros de peripecias. A los dioses esto no les hizo mucha gracia, pues entendieron que su cambio no había tenido lugar y que en vez de redimirse, Gilgamesh había desarrollado aún más su deseo por las aventuras peligrosas.
Así, los dioses decidieron darle muerte al joven que ahora era amigo del Rey, y ante esto, Gilgamesh sintió la necesidad de ser inmortal. Era conocido que en una tierra lejana existía una pareja de ancianos que había sobrevivido al Diluvio Universa, estos conocían el secreto de la inmortalidad.
Gilgamesh emprendió el viaje que los llevó hasta ellos, y siguiendo las indicaciones de la pareja de ancianos, fue en busca de una planta que le proporcionaba aquello que más anhelaba. Sin embargo, cuando pudo conseguirla, tuvo un percance con una serpiente que hirió al Rey, obligándole a volver a su reino.
Gilgamesh comprendió entonces que la inmortalidad era un asunto de los Dioses y que no podría acceder a ella por más que quisiera.
El principio de la historia (2/2)
¿Quieres conocer aún más sobre el origen de la Historia? Entonces no dudes pasarte por este otro artículo en el que os explicamos la segunda parte de este mismo tema.