La civilización incaica o quechua, más conocida como civilización inca, fue la última civilización que se mantuvo como estado independiente en el momento de la conquista de América. Los incas, como se les conoce comúnmente, se ubicaban en los territorios de Colombia, Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y Perú.
Pero esto solo es el principio, porque si quieres saber más sobre los incas, su imperio y civilizaciones, deberás consultar la entrada de hoy, en la que trataremos quiénes fueron los incas, la historia de los Incas, el Imperio de los Incas y los Incas como civilización. Todo lo que quieres saber sobre esta civilización tan interesante en una sola entrada, ¡no te la pierdas!
Quiénes fueron los Incas
La primera pregunta que puede que se nos venga a la cabeza es quiénes fueron los Incas. Pues los incas fueron una sociedad precolombina que basaba su construcción en hileras de terrazas (andenes) en las zonas montañosas. Un ejemplo que ilustra este apartado y que aún están presentes sus restos en Machu Picchu.
De esta forma conseguían desarrollar un mejor sistema hidráulico y de irrigación. La sociedad se reunía en los centros urbanos y en las redes de caminos. La administración de la sociedad inca se basaba en el trabajo de refinamiento de metales, en la arquitectura, la artesanía de telas y en la alfarería. Toda esta expresión artística tocó fondo en 1532, cuando los españoles, a las órdenes de Francisco Pizarro, pusieron fin al imperio inca.
Las técnicas tan avanzadas que utilizaban los incas les permitía basar la economía en la agricultura. El cultivo característico de los incas es el maíz, la yuca, la papa, el tabaco, la coca, los frijoles, el algodón, etc. Desde el punto de vista de la ganadería, fueron capaces de desarrollar un ganado de camélidos sudamericanos (alpaca y llama). Por otro lado, los caminos por los que circulaban las mercancías (pescado y sal, principalmente) tenían una construcción excelente.
Historia de los Incas
La historia de los Incas se remota incluso a los años antes de Cristo. Esta civilización precolombina era bastante avanzada en cultura frente a las otras existentes, antes de que los europeos la descubrieran. La extensión de su imperio iba desde la zona norte del Ecuador hasta el centro de Chile. El origen de la sociedad inca pertenecía a una tribu peruana, cuyo idioma de comunicación que utilizaban era el quechua. El dominio en esta zona por parte del imperio inca fue extendiéndose a los pueblos más cercanos en el año 1100 a.C. No obstante, el máximo esplendor de esta cultura se obtuvo en el siglo XV.
El comienzo de esta expansión militar empezó con la guerra y victoria contra los Chankas en 1430, de las regiones andinas. A medida que iba derrotando a los pueblos cercanos, iba incorporando las distintas culturas en su territorio, además de imponer su modelo de vida. Sin embargo, este momento de máximo esplendor fue breve, ya que no duró más de un siglo.
El Imperio de los Incas
El imperio de los incas era controlado por el Sapa Inca o emperador. En caso de fallecimiento del máximo dirigente de este imperio, se procedía con una reunión en un consejo por parte de los gobernadores de las cuatro regiones con el objetivo de elegir al sucesor del imperio inca. Cabe destacar que este dirigente solo heredaba el cargo y las riquezas derivadas de su cargo iban directamente a los descendientes. Por esta razón, las primeras acciones del emperador se centraban en la conquista de territorios.
La economía de la sociedad inca se sostenía por los tributos: un tipo de impuesto derivado en trabajo, es decir, la ley establecía que cada persona que pertenecía al ayllu debía trabajar un número de horas anuales para el Estado. Entre las tareas más habituales encontramos la labranza de tierras del estado, la construcción de monumentos públicos o el ejército.
La jerarquía imperial
Como hemos comentado antes, el Sapa Inca era el máximo cargo que podía tener dentro de la cultura inca. Este gobernador aunaba en un único cargo todo el poder político, pero al mismo tiempo también regentaba el poder religioso. Para entendernos, es como si se tratase del Papa y de un rey al mismo tiempo.
Debido a este gran poder todos los súbditos le rendían pleitesía sin dudar. Asumían sus órdenes directamente dando por hecho que su amplio poder le daba también la sabiduría necesaria para dirigir toda una civilización. De hecho realizaba tareas como dobernador a la vez que asumía audiencias con los súbditos y administraba los temas referentes a la justicia.
Para llevar a cabo todas sus tareas cada Sapa Inca se mandó construir un castillo nuevo y propio en Cuzco. Desde allí, con su masapaicha identificativa (borla de lana roja en la cabeza) hacía frente al día a día propio del cargo que ostentaba. De vez en cuando también emprendía viajes por todo el imperio para conocer de primera mano qué es lo que necesitaban los ciudadanos de a pie.
Por debajo del Sapa Inca estaban el Auqui o príncipe heredero; el Conejo Imperial formado por cuatro figuras políticas que se repartían el territorio, los apunchic o gobernadores territoriales y los tucuiricuc, supervisores. A nivel de calle estaban los curaca, eran jefes de las diferentes comunidades que ejercían labores de control y justicia.
La base decimal de la administración
Una de las principales curiosidades de la civilización inca es su base decimal de la administración. No confiaban plenamente en el buen trabajo de sus funcionarios como ocurre ahora. Por este motivo utilizaban sistemas que permitían mantener cierto control para garantizar el buen funcionamiento de todo el imperio.
Cada funcionario se encargaba de 10 de los empleados que estaban por debajo de él en una especie de organización piramidal. Por cada 10 funcionarios de un rango había un superior que se centraba en su buena organización y garantizaba que el trabajo salía adelante.
Y así hasta llegar al Sapa Inca que, como hemos visto, era el máximo poder dentro de la civilización inca.
El sistema de transporte
Dentro del sistema de transporte de los incas lo que más destaca es el Camino Real o Qhapaq Ñan. Una obra de ingeniería que fue reconocida Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este camino mide más de 5.000 kilómetros y era ideal para unir todos los caminos secundarios que formaban parte de la civilización inca. Estos contenidos secundarios formaban un total de 20.000 kilómetros que recorrían cada centímetro de terreno.
Una de las características más potentes del sistema de transporte de los incas es que nunca cedían a la hora de hacer un camino. En lugar de evitar los problemas cuando estaban construyendo el camino, buscaban la forma de solventar cada obstáculo para seguir adelante uniendo los dos puntos que querían unir.
Para poder solventar todos estos problemas tenían soluciones como:
- Puentes: Los construyeron flotantes y colgantes para poder pasar por cualquier terreno. Cubrían el espacio por encima de los ríos o de otras acumulaciones de agua.
- Tambos: Servían para almacenar cosas a los lados de los caminos. Una especie de despensas urbanas. Allí podían guardar armas, alimentos, ropa o cualquier otro material que fuera necesario para cubrir un terreno.
- Chasquis: Un sistema de transporte de correo eficiente y muy veloz.
El Qhapaq Ñan, que contaba con todos estos elementos igual que lo hacían los caminos secundarios, estaba formado por dos ramales diferentes. Uno de ellos era de coste y el otro de interior, y se construyeron para conectar todas las localidades de manera cómoda y eficaz.
La organización social
Como has podido deducir después de ver la gran organización del poder y de la administración, la civilización inca contaba con estratos sociales muy marcados.
Por un lado estaba la parte noble de la civilización. La nobleza se formaba por dos tipos diferentes de personas. Estaba la nobleza consanguínea que llegaba a estos altos cargos gracias a ser hijos o parientes de otros nobles. Y también existía la nobleza por privilegio. Estos llegaban al poder gracias a sus servicios al Estado. Podían conseguir el poder gracias a participar en guerras y lograr grandes hazañas o por temas religiosos.
Si no formabas parte de la nobleza entonces eras parte del pueblo. Este estaba formado por tres tipos de personas. Los hatunrunas eran lo que se puede traducir como pueblo llano. Los mitimaes eran especialmente fieles al Sapa Inca y tenían la labor de colonizar nuevas zonas. Por último, los yanacunas eran el estrato más bajo y ejercían de criados y sirvientes toda su vida.
La organización económica
Los incas fueron una sociedad muy trabajadora. un reflejo de ello es la organización decimal piramidal que hemos visto antes. No dejaban nada al hazar y dedicaban mucho tiempo y esfuerzo a conseguir todos los logros y objetivos planteados.
La economía inca se basada en la agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio. El territorio se dividía en base a las funciones y trabajos que podían llevar a cabo y las labores estaban muy segmentadas entre toda la población.
Los Incas como civilización
Antes de seguir adelante es necesario hacer un pequeño resumen a la organización social. La sociedad de los incas como civilización se dividía en diferentes grupos sociales. El primero de ello era la nobleza real, formada por guerreros, funcionarios y los sacerdotes.
Por otro lado, encontramos los curacas (nobles de provincia), cuya función se basaba en gobernar la región. Las comunidades que gobernaban eran conocidas como ayllu.
Y por último encontramos los últimos estamentos sociales, los artesanos y sirvientes (yanas). El primero de ellos trabajaba para el Estado a cambio de alimentos, ropa y herramientas para ejercer su labor. Y los sirvientes, desarraigados de las ayllu, que trabajaban para el emperador o para quien él decidiera por medio de donaciones. A modo anecdótico, la organización del imperio inca contaba con un tipo de policía, conocidos como Tucuyricu (que significa el que lo ve todo), cuya función se basaba en velar por el cumplimiento correcto de las leyes, apoyados por los consejeros, conocidos como Michues.
Desde el punto de vista económico, la ayllu era el núcleo económico, político y social, y se formaba por grupos de familias. Esta comunidad tenía diversos terrenos que formaban parte de la sociedad como colectivo. Por tanto, cada persona, como miembro del ayllu, puede acceder a estos bienes colectivos. No obstante, tenía unas obligaciones a cambio, como asistir a celebraciones religiosas y a trabajos comunes.
La organización política de la sociedad inca es conocida mundialmente por el imperio que formaron. En el siglo XV, consiguieron la mayor extensión del territorio, en la que dominaron por medio de conquista de los pueblos de las otras zonas. Al frente del imperio se encontraba el emperador o Inca y el segundo mando pertenecía a los curacas (gobernadores), cuya misión se dedicaba a gobernar las zonas de conquista.
Qué nos dejaron los incas
El legado inca ha sido muy amplio. Ya no sólo nos referimos a lo que es palpable, a los monumentos o las construcciones. Nos referimos también a toda la huella que dejaron a nivel cultural y social. Al fin y al cabo, debido a la posterior colonización de América, sus lecciones y sabiduría ha terminado llegando a cualquier parte del mundo.
Si nos centramos en lo tangible podemos decir que los incas nos dejaron:
- La ciudad de Cuzco, que respira historia por todos los costados.
- El Machu Pichu, una de las siete maravillas del mundo.
- La asombrosa ciudad de Ollantaytambo.
Además, también nos dejaron su pasión por el chocolate, su influencia en el calendario actual, y un estilo de construcción sin cemento que nunca se ha podido igualar y mucho menos mejorar.
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