La Prehistoria y la Edad Antigua – Historia en Selectividad. En este tema queremos explicarte con detalle y de forma clara cómo fue y de qué forma se desarrolló el periodo de la prehistoria y la edad antigua, uno de los más recurrentes en las pruebas de selectividad.
La Prehistoria y la Edad Antigua – Historia en Selectividad
En este artículo sobre la prehistoria podrás conocer cuáles fueron los Rasgos generales de la Prehistoria y Atapuerca, quienes fueron los pueblos prerromanos, como se llevaron a cabo las colonizaciones históricas de fenicios, griegos y cartagineses. Qué fue la conquista y romanización, las invasiones bárbaras y el reino visigodo.
Rasgos generales de la Prehistoria. Atapuerca.
El término Prehistoria fue acuñado en el siglo XIX para dar una periodización científica al pasado.
El término Prehistoria («antes de la historia», del latín pre , antes enhistoria , historia) indica ese período de tiempo que va desde la aparición del hombre en la Tierra, hace unos 2 millones y 500 mil años en África, hasta la invención de la escritura , tradicionalmente se remonta al cuarto milenio antes de Cristo en Mesopotamia (el actual Irak).
La prehistoria no es una era «desprovista de civilización», como a primera vista parece estar pensando.
De hecho, antes de expresarnos con la escritura, nuestros antepasados han dejado señales de su existencia a través del arte y la técnica: el dibujo, el grabado o el trabajo con materiales están relacionados con el desarrollo del lenguaje y las formas de organización social. También se practicaba la danza , como lo demuestran las huellas de tacones impresos en la arcilla y dispuestos para hacerte pensar en movimientos rítmicos, y la música , atestiguada por restos de flautas rudimentarias hechas de huesos perforados. Cómo han surgido estas formas de expresión no verbal es todavía un misterio.
Es en la aparición de las primeras formas de escritura, cuando se produce el comienzo de la verdadera historia convencionalmente , porque el hombre deja un recuerdo de sí mismo con testimonios escritos.
La prehistoria se divide generalmente en 3 períodos principales :
- Paleolítico (o vieja Edad de Piedra, de Palaios «antigua» y lithos , «piedra») de 2.500.000 a 10.000 años aC. Los seres humanos vivían en grupos nómadas y practicaban la caza, la pesca y la recolección.
- Mesolítico (o Edad de Piedra Media, de mesos «medianos» y lithos «de piedra») de 10.000 a 8.000 aC.
- Neolítico (de nèos «nuevo» y lithos «de piedra») de 8000 a 4000 aC .Nace la agricultura y la cría, de las que surgen importantes consecuencias.
La fase más larga de la cultura de la Edad de Piedra, conocida como el período paleolítico, es una cultura de cazadores-recolectores que generalmente se divide en tres partes:
- Paleolítico inferior (2,500,000-200,000 aC)
Paleolítico medio (200,000-40,000 aC)
Paleolítico superior (40,000-10,000 aC).
Después de esto viene una fase de transición llamada el período mesolítico (a veces conocido como epipaleolítico), que termina con la expansión de la agricultura, seguida por el período neolítico (la Nueva Edad de Piedra) que fue testigo del establecimiento de asentamientos permanentes. La Edad de Piedra finaliza a medida que las herramientas de piedra son reemplazadas por los nuevos productos de la metalurgia del bronce y el hierro, y es seguida por la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
- Período Paleolítico (2,500,000 – 10,000 aC)
Tradicionalmente, este período se divide en tres subsecciones: el Paleolítico Inferior, el Paleolítico Medio y el Paleolítico Superior, cada uno con avances marcados(especialmente en tecnología de herramientas) entre diferentes culturas humanas. En esencia, el Hombre Paleolítico vivió únicamente mediante la caza y la recolección, mientras que sus sucesores durante los últimos tiempos del Mesolítico y Neolítico desarrollaron sistemas de agricultura y, en última instancia, asentamientos permanentes.
La supervivencia no fue fácil, sobre todo debido a numerosos cambios climáticos adversos: en cuatro ocasiones distintas, las latitudes del norte experimentaron eras de hielo que resultaron en oleadas de congelación y descongelación, y provocaron migraciones o muertes generalizadas. De hecho, el desarrollo de la cultura humana durante los tiempos del Paleolítico se vio afectado repetida y profundamente por factores ambientales. Los humanos paleolíticos eran recolectores de alimentos, que dependían de su subsistencia para cazar animales salvajes, pescar y recolectar bayas, frutas y nueces. No fue hasta aproximadamente 8,000 aC cuando se adoptaron métodos más seguros de alimentación (agricultura y domesticación de animales).
- La era del Paleolítico inferior (2,500,000 – 200,000 aC)
Este es el período más antiguo de la Edad Paleolítica. Se extiende desde la primera aparición del Hombre como un mamífero creador de herramientas hasta el advenimiento de importantes cambios evolutivos y tecnológicos que marcaron el inicio del Paleolítico Medio. Fue testigo del surgimiento de tres culturas diferentes basadas en herramientas: Cultura de Olduwan (2,500,000-1,500,000 aC); cultura de Acheulean (1,650,000-100,000 aC); y la cultura de Clacton (c.400,000–300,000 aC). En cierto sentido, las herramientas de piedra representaban el «arte» de este período, la forma clave de la expresión humana creativa.
- Era del Paleolítico Medio (200,000 – 40,000 aC)
El período del Paleolítico Medio es la segunda etapa de la Era Paleolítica, aplicada a Europa, África y Asia. La cultura paleolítica dominante fue el Musteriense , una industria de herramientas de puntascaracterizada en gran parte por el raspador de puntos y laterales, asociada (en Europa) con el Homo neanderthalensis . Este no fue un período de grandes inventos, pero se hicieron importantes mejoras en el proceso básico de fabricación de herramientas y en el alcance y la utilización adecuada de los implementos manufacturados. Hacia el final del período, la tecnología de herramientas Musteriense fue mejorada por otra cultura conocida como Levallois, y se practicó en el norte de África, Oriente Medio y tan lejos como Siberia.
En este punto tenemos que hablar de Atapuerca (Burgos) ya que en las excavaciones realizadas en esta localidad se descubrieron restos de hombres (homo antecessor) con una antigüedad de más de un millón de años, superando entonces al hombre de Neanderthal , contando además con una industria lítica (cantos trabajados, pebble culture), que además sabían lo que era el fuego, practicaban el canibalismo y tenía una capacidad craneal muy similar al hombre de Neanderthal pero eran más antiguos.
La cueva Sima de los Huesos, ha sido el lugar donde se han encontrado restos de un homo mucho más reciente y evolucionado, Homo heidelbergensis con una antigüedad de 300000 años, por lo que podría ser descendiente del homo antecessor del que evolucionó a partir de éste en Europa. El Homo heidelbergensis practicaba la industria de bifaces, posiblemente enterraba a sus muertos (Sima de los Huesos de Atapuerca), además de practicar la caza mayor (cazaderos de elefantes de Torralba y Ambrona), pero no era nuestro antepasado, aunque gracias a todo estos descubrimientos y hallazgos Atapuerca es el yacimiento paleolítico más importante de Europa.
- Era del Paleolítico Superior (40,000 – 8,000 aC)
El Paleolítico Superior es la etapa final y más corta de la Edad Paleolítica: menos del 15 por ciento de la longitud del Paleolítico Medio precedente. Cuando se refiere a África, es más comúnmente conocido como la Edad de Piedra tardía. Además de herramientas más especializadas y un estilo de vida más sofisticado, la cultura del Paleolítico Superior engendró la primera aparición generalizada de pintura y escultura humana, que apareció simultáneamente en casi todos los rincones del mundo. Además, desde el inicio del período Paleolítico Superior, la subespecie Hombre de Neanderthal de Homo sapiens fue reemplazada por «humanos anatómicamente modernos» (por ejemplo, el hombre de Cro-Magnon) que se convirtieron en los únicos habitantes homínidos en toda Europa continental los cuáles vivían en cuevas y poseían una tecnología desarrollada que compartían en grupos más amplios, dejando restos por todo el mundo.
El Paleolítico Superior es un periodo en el que el arte cobra especial relevancia si nos fijamos en la infinidad de pinturas con las que decoraban sus cuevas, destacando sobre todo el arte que fue hallado en la cueva de Altamira (Cantabria) aunque se tiene existencia de cuevas pintadas con motivos similares en toda la zona norte peninsular desde Galicia a Aragón.
En el año 10000 a.C. apróximadamente es cuando se produce un cambio climático, por lo que terminan las glaciaciones de modo que termina la era para el cazador del paleolítico superior y comienza el periodo Mesolítico que en la península dura hasta el 4000 a.C. Surge entonces una sociedad nueva que vive al aire libre y decoran con pinturas esquemáticas monocromas las cuevas.
Luego llegó el Neolítico que comenzó hace 10000 años en el Próximo Oriente cuando se produce la que se conoce como Revolución Neolítica, dando paso a la evolución y a que aparezca la agricultura, la ganadería, el sedentarismo y la piedra pulida, así como producción de tejidos y cerámica.
El Neolítico se establece en la península por el Mediterráneo en torno al quinto milenio a.C. (Coveta D’Or- Valencia) desarrollando la cultura de la cerámica cardial (marcadas con conchas de un molusco) así como la cultura de los sepulcros de fosa (que se encuentran en la zona de Cataluña).
A través del Próximo Oriente y el Mediterráneo sigue llegando nueva influencia así como el conocimiento de los metales. Hacia el 2500 a.C. se establece en la península la cultura del cobre en la zona de Almería, y en los Millares por influencia mediterránea. En esa misma zona se desarrollará luega la edad del bronce que darán lugar a la cultura de El Argar (Almería), la cultura del vaso campaniforme y que extenderá el megalitismo por toda la Península hasta llegar a la zona gallega y balear hacia el 1000 a.C. En esta época es cuando se encuentran monumentos (dólmenes) que son más complejos y de mayor tamaño cuanto más al sur y el este de la Península se encuentren (en Menorca navetas, taulas, talayots…).
No es hasta el periodo en torno a 1100 a.C. cuando llega a la Península el hierro que aportan los pueblos celtas que iongresan por el norte, mientras los fenicios fundan Gades (Cádiz) primera ciudad europea, en ese mismo año.
Los pueblos prerromanos: fenicios, griegos y cartagineses
La llegada de pueblos conolizadores (fenicios y griegos), provocó que rápidamente los grupos humanos en la península evolucionaran, influenciados también por la llegada de los pueblos indoeuropeos.
En este sentido surge una primera cultura protohistórica peninsular con los Tartessos, que fueron un reino indígena del que se tiene constancia en las antiguas fuentes escritas de los griegos y quizá bíblicas, que se caracterizaba por tener fabulosas riquezas. En la actualidad podemos decir que era una cultura bastante avanzada que se ubicó en la Andalucía occidental durante la última época de la Edad de Bronce y la Edad del Hierro. Esta cultura entró en contacto con los fenicios en el siglo VIII a.C. derivando un gran desarrollo económico (con la explotación masiva de plata) y cultural (teniendo una escritura propia, sistemas artesanales propios así como sistemas urbanísticos y funerarios.) Tras su período de auge, la época de los Tartessos entró en decadencia y desaparecieron a fines del siglo VI a.C.
Colonizadores: indoeuropeos, fenicios, griegos y cartagineses
Entre finales del siglo XI a.C. y el siglo VI a.C. a través de los Pirineos, llegan a la Península Ibérica desde centroeuropa grupos que pertenecían a pueblos indoeuropeos los cuáles se asientan en el norte y el oeste peninsular. Estos pueblos eran conocedores del hierro, y basaban su economía en la agricultura y la ganadería. Además, algunos practicaban un ritual funerario de la incineración depositando las cenizas de la persona fallecida en un campo de urnas específico para ello.
En torno al 1100 a.C es cuando llegan a la península a través del mar Mediterráneo, los fenicios, que procedían del actual Líbano siendo los comerciantes más importantes del Mediterráneo. Los fenicios fueron los responsables de la creación de numerosas ciudades factorías a través de toda la costa sur mediterránea, entre las que se cuentan Gades, la primera ciudad europea. Llegaron atraídos por la gran riqueza de metales del sur de la Península (Río Tinto), entre los que destacaban el estaño, plata y oro. Además era una sociedad que utilizaba el trueque y nos dejaron en herencia la escritura, la salazón de pescado, la agricultura mediterránea (olivo, vid) y la organización urbana.
Fue en el 600 a.C., cuando las ciudades fenicias son conquistadas por los persas de modo que las colonias en la península acabaron dependiendo de una colonia fenicia del norte de Africa (actual Túnez), que se conocía bajo el nombre de Cartago. Los cartagineses se regían por las estructuras fenicias, aunque eran más militaristas e imperialistas. Su proeza fue la de dominar militarmente el sur y este de la península después de la I Guerra Púnica (264 – 241 a.C.); siendo permanente su enfrentamiento con los romanos durante el s. III a.C.. Asdrubal Barca fundó Cartago Nova (Cartagena).
Los griegos llegaron a las costas de la península en torno al 800 a.C. asentándose en el norte de Valencia y costa Catalana (Roses y Empúries) con colonias que dependían de la polis de Marsella. No tuvieron un impacto cultural tan importante y duradero como el fenicio o el que llegaría con el romano aunque sí que enseñaron el uso de la moneda y aportaron su alfabeto.
Culturas Prerromanas autóctonas: Iberos y Celtas (1000 a.C.-200 a.C.)
Tras el paso de diversos colonizadores se produce durante el primer milenio a.C. a la configuración de dos culturas diferentes en la Península Ibérica: iberos y celtas.
Iberos
El litoral mediterráneo y el sur peninsular estaban habitados por pueblos íberos. Vivían de la agricultura y de la ganadería. Cultivaban cebada, trigo, mijo y plantas para hacer tejidos, como lino y esparto.
Los poblados estaban amurallados y situados en pequeñas elevaciones del terreno. Conocían el hierro y usaban el turno para fabricar objetos de cerámica. Eran hábiles fabricantes de objetos de orfebrería y de armas. Fueron comerciantes y acuñaron la moneda. Crearon un sistema de escritura propio.
Difundieron el uso del arado y adoptaron el cultivo de la vid y el olivo. Aprendieron a conservar el pescado mediante la salazón. Como los indoeuropeos los íberos incineraban a sus difuntos. La incineración se hacía en un lugar específico: la necrópolis.
Celtas
A lo largo del primer milenio a. C. en el norte y centro de la Península Ibérica vivían pueblos de origen celta, procedentes del centro de Europa. Vivían en poblados amurallados, llamados castros. Se dedicaban a la ganadería, pero también practicaban una agricultura basada en cereales.
Asimismo elaboraban piezas de cerámica y tejidos de lana. Dominaban la metalurgia y fabricaban herramientas y armas de bronce y de hierro. No conocían la escritura ni la moneda.
Los celtas eran un pueblo rural y guerrero, pero también fueron un pueblo que destacó en el arte de la orfebrería (pulseras y collares) y de la forja (armas, cascos, puñales, escudos …) Eran famosos en la construcción de carros.
Conquista y romanización
Los romanos dominaban la península Itálica y aspiraban a controlar el comercio Mediterrráneo. Sus rivales eran los cartagineses.
Con el objetivo de dominar la Península y apoderarse de sus riquezas, los romanos desembarcaron en Emporion (Empúries), en el año 218 a. C.
La conquista romana de la Península llevará más de doscientos años y se desarrolló en tres fases:
- El litoral mediterráneo. (Derrotaron a los cartagineses y ocuparon todo el litoral ocupado por los íberos).
- La Meseta. (Fue una conquista larga).
- La cornisa cantábrica. (Su dominio se completó el año 19 a. C.)
La romanización
Para organizar y gobernar el territorio de Hispania, los romanos edificaron muchas ciudades.
Los pueblos iberos y celtas fueron adoptando la lengua de los romanos (el latín), las leyes, las formas de gobierno, la religión y las costumbres. Este proceso de adaptación a la vida de los romanos recibe el nombre de romanización.
Para conquistar un gran imperio, Roma se sirvió de las legiones. Cada legión estaba formada por un 5.000 soldados de infantería y cientos de jinetes.
La vida en las ciudades
Las ciudades eran el centro de la vida social, económica, política y cultural del mundo romano.
Las ciudades romanas estaban amuralladas y tenían un trazado cuadriculado. Los ricos vivían en casas lujosas (domus). Los más humildes habitaban en casas de pisos (insulae).
En el centro urbano estaba el foro, que era una gran plaza rodeada (de edificios públicos, templos y comercios). La ciudad disponía de términos, anfiteatro, teatro y circo. También había monumentos conmemorativos de batallas (arcos de triunfo), y obras de ingeniería como los acueductos.
En la ciudad romana también había personas libres y esclavos. Los esclavos no tenían libertad y eran propiedad de otra persona.
Las villas romanas
La mayoría de los habitantes del Imperio Romano vivían en el campo. Las explotaciones agrícolas se organizaban en torno a grandes casas llamadas villas.
Una villa comprendía un conjunto de edificaciones y los campos de los alrededores.
Las actividades agrícolas
Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas de los celtas y los íberos. Introdujeron un nuevo sistema de arado, molinos de tracción animal para el grano, la prensa de aceite, técnicas de regadío y el uso de abonos.
Los cultivos más importantes en Hispania eran los típicos de las tierras mediterráneas: trigo, vid y olivos.
Hispania tenía una agricultura muy rica y exportaba trigo, lana, esparto, aceite de oliva, vino y garum (salsa de pescado)
La minería y el comercio
Una buena parte de la península Ibérica fue un centro minero importante, gracias a la enorme cantidad de recursos que tenía. Hispania exportaba hacia Roma y otras ciudades del Imperio: oro, plata, cobre, plomo, hierro, sal, etc.
Los romanos también fomentaron el comercio de productos agrícolas y artesanos. Para poder comerciar con los otros pueblos, construyeron una extensa red de calzadas (caminos empedrados).
Las invasiones bárbaras. El Reino Visigodo
Durante el s. V varios pueblos germanos llegan a la Península (suevos, vándalos y alanos). A estos se le suma la presencia de un pueblo germano federado que era aliado de Roma, los visigodos, los cuáles fueron enviados por el emperador romano para restablecer el orden.
Una vez finaliza el poder del imperio romano en la península (476) son los visigodos los que acabaron quedando como única autoridad, extendiendo su dominio hasta el año 711.
Una vez desaparece el Imperio Romano Occidental los visigodos originan un reino germánico que tenía como capital Toulouse. Tras la batalla de Vouillé, en el 1507 y tras ser derrotados por los francos los visigodos llegan a a la península. Fundan entonces el reino visigodo con capital en Toledo manteniendo el dominio sobre la narbonense en el sur de la Galia.
Este reino se caracterizó por ser una mezcla de romanismo y germanismo. Tenía una organización administrativa romana, además de heredar de estos las leyes, el latín y la moneda, pero también practicaron un derecho consuetudinario de origen germánico, así como adoptaron de ellos las vinculaciones personales y una organización de base étnica.
Los visigodos gobiernan a través de un sistema de monarquía electiva dando pie a grandes guerras civiles sucesorias. El rey tenía un organismo de asesoramiento llamado Officium, presidido por los condes. También tenían la llamada Aula Regia o Consejo del Rey, que estaba formado por magnates y obispos que asesoraban al rey gracias a la fidelidad que a él debían así como los Concilios de Toledo formados por magnates, eclesiásticos y jefes militares los cuáles eran responsables de asuntos religiosos y civiles.
En su periodo de esplendor los visigodos ejercían su poder sobre la gran mayoría de hispanorromanos, a través de una política de segregación racial entre la que imperaba la prohibición de matrimonios mixtos, la existencia de dos códigos legales distintos (Código de Eurico para los visigodos y el Código romano reformado por Alarico II para los hispanorromanos) y una religión distinta (los hispanorromanos eran mayoritariamente cristianos católicos y los visigodos cristianos arrianos).
Leovigildo (573-586), fue el rey más importante y poderoso del reino visigodo de Toledo, que se hizo con el reino suevo de Galicia, dominó a los vascones y echó a los bizantinos de la mayor parte de la península. En su intento estuvo crear una monarquía hereditaria asociando al trono a su hijo (Recaredo), además de eliminar el que se prohibieran los matrimonios mixtos, e intentó integrar a los hispanorromanos en la administración. Suya fue también la intención de buscar la unidad religiosa intentando imponer al cristianismo arriano como la única religión oficial; una labor de centralización que fracasó por la sublevación de su propio hijo, Hermenegildo.
Recaredo (586-601) fue el rey que logoró la unidad religiosa en el Tercer Concilio de Toledo (589) con la conversión de los visigodos al catolicismo y avanzó en el dominio de los territorios peninsulares.
Suintila (621-631) por su parte dominó por completo la península así como parte del norte de Africa.
Chindasvinto (642-649/53) y Recesvinto (653-672) lograron integración legal con la proclamación de un único código legal, el Liber Iudiciorum (Fuero Juzgo).
Los visigodos mantuvieron además las estructuras heredadas de Roma, aunque poco a poco provocaron que fuera desapareciendo el comercio, la moneda, las obras públicas; ya que acabaron creando economía de subsistencia sin llegar a alcanzar una sociedad homogénea hasta ser expulsados por los musulmanes.
Cuando muere el rey Vitiza se produce una guerra civil en la que uno de los bandos pide ayuda a los musulmanes que llegan a la península en el 711. Tras derrotar al rey Rodrigo (Guadalete) los musulmanes acabaron por dominar la península durante ocho siglos.