¿Quieres conocer algo más sobre la Prehistoria: ¿Cómo vivían los cazadores y recolectores del Paleolítico? Te lo contamos todo.
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Prehistoria: cazadores y recolectores del Paleolítico, ¿como vivían?
Los era prehistórica comprende desde la aparición del hombre hasta que se dan los primeros escritos. Se divide entre neolítico, paleolítico y edad de piedra.
Centrándonos en el paleolítico, los restos de pinturas del hombre que vivía en las cuevas nos ha permitido saber que estos se dedicaban principalmente a la caza de animales y que, además, también recolectaban.
Adaptación al Medio
Los humanos del Paleolítico conseguían su alimento por medio de la caza de animales grandes y pequeños, la recolección de frutos salvajes y la pesca. Esta forma de adaptación al medio es la técnica más sencilla, ya que se toman los recursos naturales tal y como se presentan en la naturaleza. Todavía estamos lejos de crear las fábricas y de desarrollar el proceso de producción y manufacturación.
Este post te vendrá bien leerlo para aclararte con la cronología y los conceptos:
Forma de Asentamiento
Los humanos del Paleolítico eran nómadas, lo cual implica que debían trasladarse de un lugar a otro en busca de nuevos recursos para la caza y recolección. Así evitaban que se agotaran los recursos de un lugar.
Al tener que trasladarse continuamente, el hombre paleolítico no necesitaba construir viviendas, ya que no tenía un asentamiento fijo. De modo que vivía en cuevas o construían campamentos muy precarios con los materiales que obtenían de la naturaleza: cueros, madera, juncos, pieles, barro, huesos de animales.
En el Paleolítico Superior (última parte del Paleolítico), las cuevas dejaron de actuar como casas. En cambio, probablemente se convirtieron en lugares con fines rituales y religiosos.
Organización social
Los hombres y mujeres del paleolítico se juntaban formando grupos de cazadores, los cuales eran llamados hordas o bandas. Estaban compuestos por una o más familias y el número de integrantes fue variable según las épocas.
En un principio, la persona que tomaba las decisiones iba rotando. Luego esto se fue modificando y surgieron jefes o “cabeza de banda”. Sin embargo, el jefe tenía los mismos deberes que el resto, teniendo que trabajar de igual manera. Gracias a ello, la sociedad paleolítica es una sociedad igualitaria, en la que todos sus miembros son considerados iguales y no hay privilegios para unos pocos.
Producción cultural
Las primeras herramientas fueron toscas hachas de mano talladas en ambas caras. Luego fueron creando otros instrumentos de piedra, madera o hueso que servían para despedazar animales, cortar, coser pieles o trabajar madera y hueso. Posteriormente inventaron el arco y la flecha.
Estas sociedades también realizaron otras manifestaciones simbólicas como pinturas rupestres, estatuillas y enterramientos con ofrendas. Estas eran formas de expresar sus creencias sobre la muerte, o rituales para pedir abundancia y fertilidad a las fuerzas de la naturaleza.
La conservación de los alimentos
La caza, la pesca y la recolección eran actividades que sufrían fluctuaciones y épocas de escasez o, simplemente, la llegada del invierno hacía que muchas fuentes de alimento quedaran inútiles. De ahí que las primeras comunidades humanas tuvieran problemas para alimentarse. Por lo tanto, los cazadores-recolectores idearon diversas formas de almacenar alimentos por si necesitaban echar mano de ellos para asegurar su subsistencia.
Uno de los productos que los investigadores han descubierto que los cazadores-recolectores almacenaban con mayor asiduidad eran los frutos secos. Los hombres y mujeres prehistóricos comprendieron muy rápido que los diversos frutos secos soportaban muy bien el paso del tiempo y que constituían una fuente de energía muy valiosa, especialmente durante los duros meses del invierno. Así, frutos secos como nueces o castañas se convirtieron muy pronto en la reserva de emergencia de nuestros antepasados.
Por otro lado, los grupos de cazadores-recolectores también aprendieron a poner en práctica distintas técnicas que permitían que los productos procedentes de la caza, la pesca y la recolección les durase más tiempo. Muchas de estas técnicas de conservación que ya utilizaban los primeros grupos humanos se continuaron utilizando prácticamente hasta el siglo XX, cuando los avances tecnológicos permitieron empezar a conservar los alimentos de otras formas.
Así, por ejemplo, se sabe que utilizaban el secado al sol de carnes y, sobre todo de vegetales, el ahumado y la conservación por frío. También se ha llegado a documentar la existencia del salado en los últimos milenios de la época Prehistórica. De esta forma, las comunidades de cazadores-recolectores se aseguraban sus medios de subsistencia incluso en las épocas de mayor escasez. Pese a ello, sin embargo, la necesidad de buscar nuevos recursos fue constante y la movilidad de estas primeras comunidades humanas fue una condición necesaria para asegurar su supervivencia hasta el surgimiento de la agricultura y la ganadería.
El conocimiento del medio en el que se movían permitía a los cazadores-recolectores ser conscientes de las posibilidades que este les otorgaba y también de saber cuáles eran los recursos de los que se podía disponer en cada época del año.
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Hechos a destacar sobre la vida del hombre paleolítico
Durante esos cuatro millones de años de evolución, el cerebro humano creció. De hecho, el tamaño del cerebro guarda relación con la capacidad de aprendizaje del hombre y de su inteligencia para desarrollar sistemas de almacenaje para sus bienes y alimentos. A ello le sumamos que también el hombre tuvo que aprender a comunicarse entre sus congéneres pues, solamente así, podía hacerse efectiva una organización social y de equipo de trabajo para la supervivencia.