Ur fue una ciudad de la antigua Mesopotamia y que actualmente se encuentra en la región de Irak. En este artículo os hablaremos de su localización, su historia y las tumbas reales de Ur; por lo que os proponemos un recorrido histórico por este lugar que ha sido declarado por la Unesco como Patrimonio Mixto de la Humanidad.
Qué es la ciudad de Ur
Para hablar de la ciudad de Ur tenemos que trasladarnos a los 2.000 o 3.000 años antes de Cristo, ubicada en una zona próxima al río Éufrates, en el golfo Pérsico. Es posible que hayáis leído o escuchado hablar de esta antigua ciudad del sur de Mesopotamia pues en la Biblia lo describen como el lugar donde nació Abraham.
Hasta hace relativamente poco, no se ha podido esclarecer que realmente Ur se encontraba en Irak. Gracias a las diferentes expediciones de arqueólogos, los descubrimientos hallados en dicho lugar y el trabajo de restauración, se ha podido esclarecer que realmente se trata de esta ciudad bíblica.
En concreto, se hallaron unas tablillas de arcilla inscritas que, tras su traducción e interpretación, se puso comprobar que se hablaba del rey Ur-Nammu. Este dato facilitó todo el trabajo de ubicación histórica ya que se sabía que Ur-Nammu fue coronado como rey de Ur sobre el año 2112 a.C. A su vez, también incentivó los futuros trabajos de arqueología.
Historia de la ciudad de Ur
Ur está considerada como una de las ciudades más antiguas de toda Sumeria. Dentro de su historia se distinguen cuatro periodos diferentes que vamos a abordar a continuación:
Período dinástico arcaido
Éste es uno de los períodos de los que menos información directa se dispone pero se ha podido investigar a través de textos externos sobre la ciudad.
Con respecto a la información que se ha podido encontrar se habla de conquistas de la ciudad de Ur, cesiones de cargos de la realeza y la posibilidad de una cierta hegemonía de Ur en este período.
A su vez, se ha podido conocer los nombres de dos reyes que serían la dinastía I de Ur, Aanepada y Meskiaga-nuna, cuyos nombres pertenecen a acadios. Más tarde, en la dinastía II de Ur se produjo la conquista de la ciudad de Ur, entre otras del sur de Mesopotamia, por el rey Umma Lugalzagesi, que se declaró rey de Kish.
Imperio acadio
Poco tiempo después de declararse rey de Kish, Sargón I de Acad comenzó sus conquistas e incluyó Ur bajo sus dominios, por lo que entra a formar parte del Imperio acadio.
Del siglo XXIII a. C, bajo el reinado de Naram-Sin (nieto de Sargón), se ha encontrado un escrito de una sacerdotisa de Ur, Enheduanna, que es auténtico. A su vez, también hay un relieve de ella misma junto al dios Nannar. En el escrito Enheduanna cuenta que ha sido expulsada de Ur y se cree que podría tener que ver con que pudiese ser hija de Sargón.
Durante esta época, a su vez, muchas ciudades acadias se revelaron pero fueron sometidas por Naram-Sin. No fue hasta el reinado de su hijo que Ur consiguió su independencia.
La dinastía III de Ur
Unos años más tarde de la caída del Imperio, se cree que la ciudad de Lagash mantenía algún tipo de poder sobre U y, en el siglo XXII a.C, Ur-Nammu escogió la ciudad de Ur como capital del reino y de ahí se originó la III dinastía de Ur. Con él vino el renacimiento sumerio y una gran etapa de esplendor para Mesopotamia.
Hoy día, los restos de construcciones que se pueden ver datan de este momento, como zigurat de Ur, a pesar de que no esté en las mismas condiciones, se puede ver su majestuosidad y permite a uno soñar con las dimensiones de esta construcción que hoy día miden 15 metros.
Hacia el 2003 a.C. llegó la caída de la III dinastía. Numerosos nómadas fueron llegando y adquiriendo relevancia, las ciudades querían su independencia y finalmente, tras varios reyes, todo se vio perdido. La ciudad fue arrasada y saqueada, quedando la ciudad bajo el dominio de Ishbi-Erra.
De esta época es el famoso poema Lamentaciones de Ur, que es el texto más destacado de este período.
Después de la dinastía III
Tras el fin de la dinastía, la ciudad de Ur quedó bajo el dominio de las ciudades de Isín y Larsa. Aún así, no sería hasta Nabucodonosor II que volvería a adquirir cierto esplendor con la reconstrucción de los templos de Ur.
Finalmente, volvería a perder su brillantez cuando el Imperio persa conquistó Nesopotamia y supuso el fin.
Las tumbas reales de Ur
Las tumbas reales de Ur están consideradas como uno de los descubrimientos más sorprendentes de esta ciudad. El nombre de este cementerio puede dar lugar a error, pues se le denomina cementerio real, pero en él se han encontrado más de 1800 tumbas y la mayoría de los enterrados era gente sin cargos políticos ni reales.
Se han encontrado 16 o 17 tumbas que están construidas con otros elementos, más sólidas y consistentes, que son a las que se ha denominado tumbas reales de Ur, pues estaban construidas en el período Dinástico Arcaico. En el interior de estas tumbas reales se encontraba el difunto con otros acompañantes y multitud de riquezas y objetos preciosos de gran valor. Tras encontrar las inscripciones de los nombres, se pudo terminar de concluir que eran las tumbas de la realeza de Ur.
Como ejemplo de lo encontrado en estas tumbas reales y el procedimiento de enterramiento, una de las reinas encontradas estaba acompañada por cinco hombres armados y diez mujeres. Entre los objetos preciosos se encontraba un Puabi, Arpa de Ur de oro, un carro, joyas, mantos, tocado de hojas, copa de oro, etc.
Entre estas fosas y tumbas se encontró el Estandarte de Ur, que data del siglo XXVI a.C., y es una caja de madera que está elaborada con la técnica taraceada, típico del arte sumerio y acadio que consistía en incrustar piedras preciosas- como lapislázuli- y conchas. En cada una de las caras se puede ver una representación de la vida sumeria, lo que ha brindado mucha más información sobre la riqueza y la vida de aquel momento.