Un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, sostiene que los dos milenios de invasiones extranjeras y guerras internas en China fueron causados más por el clima frío que por el feudalismo, la lucha de clases, o los gobiernos deficientes.
Según la investigación, la falta de alimentos y las malas cosechas fueron suficientes para levantar tumultos civiles o forzar hordas de nómadas hambrientos a desplazarse desde las estepas de Mongolia.
Estos sucesos nefastos siempre estuvieron ligados a períodos largos de clima frío. En contraste, los momentos de mayor estabilidad y prosperidad en China ocurrieron durante períodos cálidos.
La teoría no deja de ser controvertida para los historiadores. En general, se tiende a intentar buscar causas que provengan de la sociedad misma para explicar los procesos sociales. La intervención del clima suele ser un factor muy secundario en la elaboración de hipótesis históricas.
Pero el estudio no carece de seriedad. Científicos chinos y europeos, liderados por Zhibin Zhang, de la Academia de Ciencias China en Beijing investigaron información procedente de más de 1.900 años de historia. Buscando en los archivos históricos, analizaron la frecuencia de las batallas, la suba del precio del arroz, la aparición de plagas, sequías, e inundaciones.
“El colapso de las dinastías basadas en la agricultura de Han (25-220), Tang (618-907), Song del norte (960-1125), Song del sur (1127-1279), y Ming (1368-1644) están estrechamente asociadas a las bajas temperaturas o la rápida caída de la temperatura”, concluyen los investigadores.
La escasez de comida pudo haber debilitado estas dinastías, y empujado a los nómadas del norte (aún más vulnerables a las bajas temperaturas) a invadir a sus vecinos chinos.
“Cuando las condiciones climáticas se agravan más allá de lo que la tecnología y el sistema económico puede compensar, la gente es forzada a desplazarse o a morir de hambre”, explica Zhibin Zhang.
El estudio halló más inundaciones y sequías durante los períodos más fríos, pero los fenómenos que más contribuyeron directamente a la guerra y la caída de las dinastías fueron las plagas y la subida del precio del arroz. El Imperio Romano, y la civilización maya también cayeron durante períodos fríos, añaden los científicos.
“Los historiadores comúnmente atribuyen la transición de dinastías o los ciclos históricos a la calidad del gobierno o la lucha de clases”, dice el artículo publicado en la revista británica Proceedings of the Royal Society B. “Sin embargo, las fluctuaciones climáticas pueden significar un factor que interactúa con las estructuras sociales y afecta la caída y la expansión de culturas y dinastías.»
Fuentes: Discovery News / Proceedings of the Royal Society B
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