Para entender mejor cómo surgió el despotismo ilustrado, debemos comenzar primero con la crisis del antiguo régimen, una crisis política que surge de las ideas de la Ilustración a mediados del siglo XVIII . Hoy vamos a comprender mejor este periodo de la historia en La crisis del antiguo régimen: el despotismo ilustrado, todas las claves que dieron lugar a un nuevo tipo de monarquía como fue el despotismo ilustrado y conocerás a fondo qué es la Ilustración.
Cuando se habla de Crisis del Antiguo Régimen, no sólo hablamos de una crisis política sino que fue una crisis general, ya que provocó un fuerte impacto en la sociedad occidental. La crisis fue producto de los tres grandes procesos revolucionarios, como fueron la Revolución Burguesa, la Revolución Liberal y por último la Revolución Industrial.
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Sin embargo, el término Antiguo Régimen, sólo podría entenderse y aplicarse a los países como Francia, España y Portugal, donde todavía existían monarquías absolutas en el siglo XVIII, mientras que otros países Europeos ya gozaban de un gobierno regido por una monarquía parlamentaria como fueron Inglaterra y Holanda. Europa
Otros países, mantuvieron un régimen basados en imperios con características distintas, como fue el caso de la Europa de Este. No obstante, la crisis del antiguo régimen tuvo consecuencias en todo las monarquías Europeas e incluso afectó a otro continente, América, ya que dieron paso a la Independencia tanto de EE.UU como de las colonias españolas.
El espíritu de la Ilustración
La ilustración fue un movimiento cultural, ideológico y político surgido en Europa, como consecuencia del progreso y de la difusión tanto de las Nuevas Ideas, como de los nuevos conocimientos entorno a la ciencia. La Ilustración alcanzó su máximo apogeo durante el siglo XVIII, siglo que se conoce como el Siglo de las Luces.
La razón frente a la ignorancia y por lo tanto la luz de la razón, se debía establecer un nuevo sistema organizativo que reemplazará el Antiguo Régimen. Es un siglo en el que el hombre se plantea nuevas interrogantes, desprecia el pasado, no acepta las viejas creencias, enfrentándose directamente a las doctrinas eclesiásticas, se vuelca en una nueva forma de pensamiento, un pensamiento basado en el conocimiento.
Sus características principales, son:
- La razón como base fundamental de todo, la razón se convierte en una guía del hombre del siglo XVIII, busca el conocimiento y el saber además de centrarse en el estudio tanto de su cultura como de su época.
- Surge la crítica al orden establecido rehuyendo de todo lo abstracto es decir, de todo lo que no es comprensible por la ciencia.
- Se aparta de lo que se entendía como verdades por la Iglesia Católica, aboga por la tolerancia
- Reniega de lo que era tradición política, el absolutismo
- Desea aprender y a la vez enseñar lo aprendido, aboga por ampliar los conocimientos basados fundamentalmente en los progresos científicos, en definitiva lograr el desarrollo cultural.
El despotismo ilustrado
Surge a mediados del siglo XVIII, como consecuencia del pensamiento Ilustrado, son una consecuencia de las críticas recibidas por parte de diferentes filósofos de la Ilustración hacia la tradición política es decir, la monarquía absoluta, una monarquía que claramente beneficiaba a las clases más altas y creaban tanto desigualdad como injusticias.
Estas críticas pedían una transformación del régimen, pero una transformación pacífica, no violenta como fueron las revoluciones, se trataba de un cambio lento y pacífico de las estructuras para conseguir una sociedad más moderna y racional.
Un cambio que debía partir desde los estamentos más altos que educaría a las masas poco instruidas. Estas ideas fueron aceptadas por diferentes monarquías, quienes aceptaron las ideas de la Ilustración, dando lugar a un nuevo régimen llamado despotismo ilustrado.
Convertir una monarquía absolutista en una ilustrada iba a necesitar la ayuda de personas cualificadas y con nuevas ideas, personas que estuvieran dispuestas a reformar el desarrollo tanto político como económico, dándoles el impulso necesario.
Los reyes ilustrados son monarcas que no solo aceptan los principios ilustrados, sino que además desean ponerlos en práctica, de esta forma se lograría una mayor eficiencia en el Estado, tanto a favor del propio Estado como de los súbditos del reino.
Frente al temor que había a los cambios, aparece una creencia en la posibilidad de poder conseguir mas prosperidad, este cambio no se podía producir de golpe, sino a través de una lenta labor educacional y legislativa para la que necesariamente se necesitaría la ayuda de los ilustrados. La ideas ilustradas se convertirían en verdaderos programas de gobierno que llevar a la práctica.
A finales del siglo XVIII, surge una frase que serviría como lema del Despotismo Ilustrado «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo». El uso de esta frase denotaba un carácter paternalista, enfrentado radicalmente con las ideas de la Ilustración. Estas abogaban por la intervención del pueblo en todos los asuntos del políticos, el pueblo es el protagonista.
La frase, se apartaba totalmente de los ideales ilustrados, ya que sería el gobierno y no el pueblo el que realizara las medidas para el bienestar de éste, pero las decisiones eran tomadas sin la intervención del pueblo.
Podemos decir que las características principales que definieron el Despotismo Ilustrado fueron:
- El poder absoluto sigue estando en manos de la monarquía
- Adoptan las ideas de la Ilustración
- El objetivo es la felicidad del pueblo
- Intento de mejorar la educación y la cultura de sus súbditos
- Creen en la importancia de la razón como motor en la toma de decisiones-
- Abogan por un gobierno que toma medidas para mejorar la vida de los súbditos, pero que el pueblo no participe en la toma de dichas decisiones.
El Despotismo Ilustrado, decayó a finales del siglo XVIII. Las clases más desfavorecidas, no veían cambios sustanciales tanto en la política como en la sociedad y en la economía. Fueron las propias ideas de la Ilustración las que encendieron los sentimientos de las distintas clases sociales del momento, en especial de la burguesía, éstos a pesar de tener un buen nivel económico, no podían participar en las decisiones políticas.
El Despotismo Ilustrado consiguió algunos avances tanto en el ámbito administrativos, como educativo y económico. No obstante falló en el más importante, en el social. El nuevo régimen monárquico no quiso acometer los cambios profundos de las estructuras del estado, éstas seguían manteniendo la misma estructura que en el Antiguo Régimen.
Esta serie de fracasos provocaron grandes oposiciones, el cambio que se pedía como era la modernización del régimen absolutista había fracasado con la llegada de las revoluciones burguesas.
Reyes que aplicaron el despotismo ilustrado
Hemos dicho antes que los monarcas tuvieron que aceptar y someterse a los principios del despotismo ilustrado. Ahora bien, ¿qué reyes fueron los que aplicaron este despotismo ilustrado? Tenemos 5 monarcas que lo hicieron que son: el rey de España Carlos III; en Portugal, lo hizo José I el Reformador; en Prusia, imitó esta tendencia Federico II El Grande; mientras que en Austria tenemos a la reina déspota Catalina II la Grande; y finalmente en Austria a José II el emperador.
Hay que aclarar, no obstante, que pese a esas revoluciones e innovaciones a las que tuvieron que enfrentarse los monarcas, el despotismo ilustrado no supuso, ni mucho menos, una ruptura del absolutismo. En contra de lo que cabría pensarse, lo que se hizo fue intentar conciliar el poder del rey junto con el espíritu de libertad reinante en la sociedad del momento.
La novedad consistió principalmente en que se potenció la imagen de un rey filósofo y que era asesorado por un equipo compuesto por unas minorías ilustradas. El rey es amante de las ciencias y las artes, ama el progreso, pero se encarga de que nadie cambie en cuanto hablamos de poder político y voz de mando, donde conservaba aún todas sus potestades.
Frente a quien sí se oponía Carlos III era a la Iglesia, a la cual intentó limitar su poder por medio de reformas, así como de la expulsión de los jesuitas y de las limitaciones al poder del tribunal de la Inquisición. No obstante, el monarca tenía que andarse con ojo, porque la Iglesia todavía ejercía una gran influencia sobre las masas sociales, las cuales podían revelarse para defender su poder y contra las reformas perjudiciales del gobierno hacia los religiosos.
Lo cierto es que el despotismo ilustrado introdujo reformas muy positivas y se logró un importante avance en sectores como el económico. Pero la resistencia al cambio de los sectores más privilegiados de la población, truncó muchos de los planes y, posteriormente, ya bajo el reinado de Carlos IV, las crisis económicas pusieron fin a este afán reformador.
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