Cada 1 de noviembre celebramos el Día de Todos los Santos y lo hacemos con distintas tradiciones en diferente partes del mundo e incluso costumbres dispares en cada pueblo o familia. Pero remontándonos a la historia, ¿Cuándo es el Día de todos los Santos y por qué se celebra? Veamos cómo y por qué surge esta festividad que todavía hoy sigue muy presente en nuestra sociedad y es parte de nuestra cultura.
Cuándo es el Día de Todos los Santos
El Día de Todos los Santos es el 1 de noviembre, que este año cae en lunes. Quizás a los más jóvenes la fecha les resulte reconocida porque es muy próxima a una celebración que cada vez más lugares han ido adoptando ganando adeptos, principalmente entre el público juvenil.
Estamos hablando de Halloween, aunque si bien esta fiesta guarda obviamente cierta relación con el Día de Todos los Santos, pero una y otra no tienen nada que ver. Halloween es una fiesta pagana, mientras que el Día de Todos los Santos es un tributo religioso.
Por qué se celebra el Día de Todos los Santos
Si miramos el calendario comprobaremos que cada día del mes está dedicado a un Santo o una Santa. Sin embargo, hay muchos más Santos que no tienen reconocida o reflejada una fecha en su honor. Con el fin de rendirles homenaje también a ellos es que se instauró el Día de Todos los Santos. En realidad, según la Biblia, todos estamos llamados a ser Santos.
Se considera que aquellas almas que han conseguido vencer sus dificultades en el camino hacia la divinidad siendo liberadas del purgatorio son santas. Por eso, la idea de que cada una de estas almas de difuntos sea digna de celebración y de que las recordemos con amor, admiración y agradecimiento especialmente en su día.
La primera vez que se piensa en conmemorar este día es en el siglo VIII cuando el Papa Gregorio III decide dedicar una capilla en la Basílica de San Pedro a Todos los Santos. Tal vez queriendo contrarrestar la fiesta de los paganos que se celebraba en la misma fecha y que recibe el nombre de Samhain o más famosa «Halloween», con la cual se festejaba el final del verano, en la víspera de todos los santos. Así es que desde el siglo VIII los países católicos tienen también su celebración. Más tarde, Gregorio IV extendió la festividad hasta convertirla en un evento popular.
Es habitual que las familias acudan a llevar flores al cementerio para recordar a sus seres queridos, así como la colocación de velas y presentes en el mismo cementerio o en pequeños altares en el hogar. Los más religiosos acuden a misa. Mientras que en determinadas partes del mundo la celebración va más allá, pues es común que hagan auténticas fiestas como una manera de invocar a los espíritus para agradecerles o solicitarles favores. Destacan como países donde más se vive el Día de Todos los Santos, por ejemplo, México, Guatemala, Irlanda o Camboya.
¿Quieres conocer más acerca de Halloween? Pues sigue leyendo nuestro próximo post: